Menaje de mesa y cocina 118

H ace poco tiempo una contraportada del diario Expansión decía: «En el futuro nadie va a querer cocinar». La cuestión no será si queremos o no, la gran cuestión puede ser que seguramente ya no necesitaremos cocinar; o al menos como lo hacemos hoy en día. El futuro ya está aquí y tenemos desde máquinas de café que nos preparan el cortado a nuestro gusto con sólo oírnos hasta refrigeradores con una tecnología que etiqueta los alimentos, incluyendo su fecha de expiración; o que sugieren recetas tomando en consideración los productos que almacena y las envía al móvil. Al ritmo que van las cosas, no pasará mucho tiempo antes de que todos estos artefactos estén comunicados entre sí sin cables, nos hagan la compra, diseñen la dieta perfecta, cocinen e incluso presenten los platos de forma espectacular. La cocina del futuro será una amiga interactiva: nos ayudará a cocinar, a comprar ingredientes y a comer con niveles óptimos de higiene, sabores, calorías, valor nutricional y eficiencia. El internet de las cosas (IOT) viene galopando hacia la cocina y los utensilios. En la misma carrera llegan la robótica y la inteligencia artificial que nos llevarán mucho más allá de Star Trek. Hace ya algunos años que hemos visto artefactos como «Nutrima» (2013), alfombrilla que ya analizaba el peso y composición de los alimentos, sus niveles de toxicidad y valores nuticionales. O como el el «HAPIfork» de Fabrice Boutain, tenedor que monitorizaba hace ya años la rapidez con la que se come, con el objetivo de analizar los hábitos alimenticios de una persona, procesarlos por ordenador y mostrarlos de forma gráfica. También hace ya tiempo que aparecieron los alimentos sintéticos y las primeras impresoras 3D para hacer alimentos como «Foodini» de Natural Machines (Barcelona), que imprimía chocolates, raviolis o mermeladas. Se han desarrollado muchísimos materiales, tecnología e investigación en los últimos diez años que van a impactar rápidamente en los próximos cinco con utilidades, maquinarias y robots que cambiarán nuestras cocinas y nuestros hogares. Cuando muchos todavía no utilizan ni la cocina de inducción nos asomamos ya a otro mundo. La disrupción digital llega también a la cocina y cogerá a muchos pensando en asuntos que ya son del pasado. El boom tecnológico hará de la cocina del futuro un espacio hiperconectado donde los electrodomésticos facilitarán mucho más las tareas. Así lo deja ver un informe publicado por el Instituto Silestone, en el que han participado cocineros como Andoni Luis Aduriz (Mugaritz) o el peruano Gastón Acurio, además de expertos en otros ámbitos, como el antropólogo de la Universidad de Harvard Richard Wrangham o el arquitecto Piero Lissoni, contando también con la opinión de usuarios encuestados en Australia, Brasil, España, Estados Unidos, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia. «La cocina será un espacio multifuncional, hiperconectado y enfocado a la salud, que se profesionalizará con técnicas y aparatos usados por cocineros profesionales y contará con electrodomésticos inteligentes», profetizan en este informe. Además, se consolidará como espacio de relación y ocio fami l iar, recuperando así su papel como centro del hogar. El boom tecnológico no pasará de largo, sino que será el gran protagonista en la cocina del futuro. «Estará conectada a Internet y a dispositivos móviles y los electrodomésticos y utensilios inteligentes facilitarán las tareas de compra, cocción y lavado. La encimera servirá para cocinar o hablar por teléfono o incluso para ver la tele», auguran los expertos consultados. Vamos a tener también domótica, gastronomía a distancia, millones de aplicaciones y gastronomía de residuo cero, como la «Microbial Home» que es la visión de Phillips de una casa de impacto ambiental nulo, en la que todos los desperdicios se reciclan; o la «Bio Digester Island», que es una isla de cocina transportable que incluye un sistema que transforma los residuos vegetales en gas metano. Todo esto no significa que nuestras sartenes, ollas y utensilios pasen a mejor vida… Seguiremos utilizando instrumentos de cocción, pero también se irán adaptando y seguramente se utilizarán de forma diferente. Y sí, algunos desaparecerán..., «Cambian los hogares y el futuro ya está aquí» Por Alberto Forcano CEO de Bergner Europe «El boom tecnológico hará de la cocina del futuro un espacio hiperconectado donde los electrodomésticos facilitarán mucho más las tareas» pero llegarán otros, cada vez más interactivos, más conectados y más autónomos. Veremos como nuestra sarten o cacerola mide la temperatura exacta, el peso, nos sugiere cuando añadir ingredientes y cuáles, nos avisa si falta aceite y se comunica con la superficie de inducción instruyéndola en las zonas a calentar más… Veremos en muy breve la revolución de los robots (ya han llegado muchos a la cocina para quedarse). Algunos dicen que aun así nos quedará siempre espacio para la cocina tradicional, sin prisas, sin más tecnología que el cariño. Otros dicen que una buena chuleta o un buen cocido requieren de los utensilios, grills y ollas de toda la vida…. Veremos quién tiene razón, pero la cocina se transformará, seguro; y mucho. «Casi todos los lectores de esta publicación debemos prepararnos y no cerrar los ojos ante el futuro» 62 - menaje

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