Menaje de mesa y cocina 118

mercados Los platos se reinventan en 2018 Las marcas Luminarc, Quid, Bidasoa y Arcopal, agrupadas bajo el paraguas de ADI, consideran que «el patrón de consumo de este tipo de productos se ha modificado significantemente; ya no se compran tantas vajillas en set, sino que se prefiere invertir en piezas de diferentes formas, decorados y colores que, mezcladas con acierto sobre la mesa, crean un efecto fantástico». Desde Quid aseguran que «no existe miedo a combinar fuentes y platos de cualquier color, estampado, forma o época, sacando todo el partido a platos desparejados y a las piezas de uso específico y aportando personalidad al comedor, la cocina o el salón». Desde Luminarc, se observa que el mercado se mueve por estilos decorativos y las vajillas se adaptan a los gustos de los consumidores que buscan un elemento diferenciador que refleje su personalidad. La firma asegura que el gusto del consumidor ante los materiales también ha cambiado: bajan las pizarras, tan de moda en los últimos años, y suben los materiales naturales y hechos a mano. «En 2018 los colores terrosos y la vuelta a lo rústico triunfarán en la mesa, especialmente por la vuelta a una cocina tradicional y de la abuela, rescatando recetas de toda la vida». La naturaleza y las formas orgánicas inspiran las vajillas de Bidasoa y su nueva colección Bahía en colores oceánicos, con elementos decorativos naturales de hojas exóticas (foto superior). La colección Geo, fabricada en porcelana de máxima resistencia, apuesta por los elementos náuticos y detalles relacionados con el mar La colección Vita de Quid (foto inferior), en color gris, terracota y azul, apuesta por el estilo campestre; y otras nuevas colecciones de Quid están concebidas para una casa práctica: piezas de porcelana blanca con decorados de belleza moderna como Hábitat, especialmente pensada para millennials, con un diseño de hojas exóticas en color negro, e Ikal, con pequeñas formas en azul y amarillo, ambas alineadas con una colección de desayuno. existen en el mercado menos compañías de las que existían a finales de la década pasada, antes del inicio de la crisis. De todos modos, esta industria, una de las más tradicionales y enraizadas en España y en muchos países europeos, sigue manteniendo su fuerza y prestigio, forjado a través de una notable calidad y una gran trayectoria histórica. Este es un sector atento a la moda, que se mueve por sus cánones, pero sin olvidar nunca el legado del pasado, como industria milenaria que es. En la oferta encontramos tanto diseños clásicos y tradicionales como apuestas atrevidas y rompedoras. Del mismo modo, podemos optar entre porcelanas de gran calidad, con un precio muy elevado, o conjuntos de 18 piezas por apenas 40 euros, que podemos encontrar en todas las cadenas de hipermercados. Las vajillas son un elemento que se renueva con relativa frecuencia, dada su fragilidad. También es un producto que admite una cierta compra por impulso y, al mismo tiempo, un artículo agradecido, porque permite dar una renovación importante a nuestra mesa... algo que utilizamos cada uno de nuestros días. La oferta en España El sector se compone de marcas españolas, cuyo número se ha ido reduciendo, al lado de otras enseñas europeas, principalmente procedentes de Portugal, Francia, Alemania y Reino Unido. En general, allá donde está presente, esta industria goza de una gran tradición histórica. En nuestro país, sin embargo, la producción se ha ido reduciendo. En algunos casos, las empresas simplemente han desaparecido; en otros, han sido absorbidas por grupos multinacionales. «Este es un sector atento a la moda, que se mueve por sus cánones, pero sin olvidar nunca el legado del pasado, como industria milenaria que es» CUESTIÓN DE MATERIALES Cinco son los materiales más determinantes a la hora de hablar del mercado de las vajillas. En primer lugar, la porcelana, material originario de China, que hasta el siglo XVIII no se comenzó a fabricar en Europa. Está formada por un 50% de arcilla (caolín), un 25% de cuarzo y otro 25% de feldespato. Sus principales variedades son la porcelana China (vitrificada en una sola cocción) y la Bone China (que incorpora al menos un 25% de cenizas de hueso o fosfato cálcico). La loza es el otro material más importante en la fabricación de vajillas: basado en una arcilla blanca y porosa, se cuece con fuegos de más baja temperatura y no es tan resistente como la porcelana. Las vajillas de gres, por su parte, están hechas con una arcilla más gruesa que la de la porcelana, cocida a alta temperatura. Su material refractario las hace resistentes, con un aspecto robusto y opaco. El barro es un material minoritario, poroso y menos resistente, al estar cocido a menos de 1000º C. Se desportilla, pero esto le confiere ese encanto característico tan particular de las vajillas de barro. El color rojizo de la arcilla es su seña de identidad. Finalmente, las vajillas de cristal o vidrio son una alternativa menos extendida, aunque alcanza prestaciones importantes. Se deterioran poco con el uso diario y pueden permanecer inalterables durante años. A todo el lo, hay que añadir las posibi l idades que el mundo de los materiales sintéticos ofrece. El más extendio es la melamina, resina moldeable y muy resistente. Otro material, muy minoritario, es la pizarra. 54 - menaje

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