U Uno de los retos que nos plateamos en BOJ desde hace mucho tiempo es crear una espiga para nuestros modelos de sacacorchos capaz de extraer los corchos de todas las botellas. Ante la variedad de clases de corchos que se utilizan en el embotellado de vino, una de las preguntas más típicas que nos hacen nuestros clientes es, ¿puede nuestra espiga extraer todos los tipos de corchos? Para facilitar la investigación, en el sector del vino, del que BOJ sabe bastante, clasificamos los corchos en dos grupos principales, naturales y sintéticos. Corchos naturales Como parece obvio los corchos naturales están hechos de corcho, esto es, de la corteza del alcornoque. Hoy en día entorno al 80% de las botellas tienen este tipo de tapones. Como datos extra podemos decir que los Alcornoques y su producción para la elaboración de corchos están situados en el Mediterráneo, con Portugal siendo el mayor productor, con alrededor del 50% de la cuota del mercado, y España como el segundo productor con el 25% de la cuota mundial. Dentro de los corchos naturales se podría hacer otra clasificación que también recoge vinopack.com: nNaturales, aquellos que son 100% corteza de alcornoque. nMultipieza, formados por pedazos de corchos naturales unidos por adhesivos aprobados para usos alimenticios. nColmatados, que tienen los poros rellenos con polvo de corcho para evitar el paso del oxígeno. nTécnicos, aquellos que tienen un cuerpo central de aglomerado y en la parte superior e inferior discos de corcho natural. (Estos a su vez pueden ser 1+1, cuando tienen un disco en cada extremo, o 2+2, si tienen dos) nAglomerados, hechos de aglomerado de corteza de alcornoque. nPro Cork, aquellos corchos naturales a lo que se les ponen hasta 5 capas de polímeros para eliminar entre otras cosas el problema del TCA. Para los vinos que se almacenen un largo tiempo de momento solo son aptos los corchos naturales, dado que son los únicos que permiten la micro-oxigenación. Mientras que estos tienen el problema del TCA, una molécula aromática que puede surgir en la corteza de los alcornoques y que en caso de tenerla el corcho pasa al vino, contaminándolo con un aroma desagradable. Se calcula que entre 8 y 10 botellas de cada 100 que usan corcho natural estarán perjudicada por el TCA en distintos grados. Para impedir el problema del TCA se crearon los corchos sintéticos. Corchos sintéticos Cómo hemos dicho los corchos sintéticos surgieron como alternativa a los naturales entre otras cuestiones, como las económicas, para evitar el TCA. Los corchos sintéticos se han hecho tanto por extrusión como, más recientemente, por inyección. Se componen de polímeros y termoplásticos que le aportan elasticidad y estanqueidad. Las botellas con estos tapones pueden guardarse en vertical precisamente por la estanqueidad. La composición de los corchos sintéticos depende del fabricante, que guarda celosamente sus “recetas”. Todos ellos deben cumplir las normativas sanitarias y las exigencias de los bodegueros, que les piden que no aporten ningún sabor ni textura al vino, pero el hecho de que cada productor sea un mundo hace que la densidad, elasticidad y consistencia de los corchos sintéticos varíe de fabricante a fabricante. Las espigas de BOJ Artículo elaborado por BOJ Opinión Mortier Pilon Frascos de fermentación La fermentación es una reacción bioquímica anaeróbica (sin aire) que libera la energía a través de la acción de las levaduras y bacterias comenzando por los azúcares presentes de modo natural en los alimentos. Hay tres tipos de fermentación: • La fermentación alcohólica transforma los azúcares en etanol. • La fermentación maloláctica se produce tras la fermentación alcohólica y produce los vinagres. • La fermentación láctica transforma los azúcares en ácido láctico. Es el caso de los yogurts, quesos carnes curadas o crudités. Los frascos de fermentación de Mortier Pilon, de 2 y 5 litros, permiten gracias a su tapa especial la fermentación en un ambiente anaeróbico. El frasco Kombucha, con cierre especialmente diseñado para permitir un entorno con ventilación para la elaboración del Kombucha (té fermentado), tiene en su parte inferior un grifo para rellenar los frascos. El Mason Jarr de 500 ml está diseñado para conservar los productos fermentados. Además, se propone un set con cuatro frascos Mason con un soporte que permite sacar del agua hirviendo los frascos con seguridad. El set contiene también un embudo para facilitar el llenado de los frascos. novedades i + información: www.mortierpilon.com 47 - menaje
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