mercados insertan perfectamente dentro de la olla y, por lo tanto, no ocupan espacio. Para ayudar al usuario, se introducen también métodos de asistencia para controlar la cocción de los alimentos. Kuhn Rikon incluye en la tapa una especie de «chuleta» con los tiempos de cocción de los alimentos más frecuentes. Los modelos Nova de Magefesa incluyen un temporizador extraíble integrado en la tapa que permite controlar el tiempo de cocción. Cuando este finaliza, el temporizador avisa mediante una señal acústica. Y Fissler echa mano de las tecnologías 2.0 y permite, en algunos de sus modelos, controlarlo todo a través de una tableta o un teléfono móvil. En cuanto a las capacidades, las más habituales suelen ser las de 4, 6 y 8 litros, con sets de 4 y 6 litros. Y en materiales, todos los modelos son de acero inoxidable, que aporta resistencia y durabi l idad, puede lavarse a mano y en lavavajillas y es resistente a la corrosión. Algunas ol las incorporan fondos termodifusores y encapsulados, para alcanzar la temperatura óptima de manera más rápida y eficiente, distribuyendo el calor uniformemente por toda la base. También encontramos algún modelo con fondo de aluminio. Los mangos acostumbran a ser de plásticos resistentes al calor y se mantienen siempre fríos. El lo es importante, dado que en muchas ocasiones alojan los mandos de control, que permiten elegir, por ejemplo, la velocidad o la presión. La seguridad es la clave Las investigaciones se centran muy especialmente en dos aspectos: por un lado, la seguridad de las ollas a presión, que parece que ya debería estar fuera de duda; por otro, la facilidad de apertura y cierre. Lamentablemente, a día de hoy se siguen produciendo accidentes, aislados y minoritarios, probablemente ligados a ollas muy antiguas, con poco mantenimiento o de orígenes dudosos. Quizás la crisis haya ayudado a poner de nuevo sobre la mesa esta cuestión, con la aparición de productos de bajo precio. En todo caso, ello continúa haciendo desconfiar a algunos consumidores, que desconocen la gran cantidad de sistemas de seguridad que incorporan las nuevas ollas y las investigaciones que han llevado a cabo los fabricantes acreditados. Las empresas líderes destinan gran cantidad de recursos a la investigación en este sentido, incluyendo diferentes sistemas de seguridad simultáneos en un mismo producto: entre tres y cinco, contando válvulas, reguladores que evacuan el vapor sobrante, juntas estancas, posición de descompresión, pilotos de colores, indicador de bloqueo, botón de despresurización, ventanas… Las válvulas de presión estancas garantizan también una cocción sin olores. Tanto el packaging de estos productos como las campañas de promoción tratan de convencer al consumidor de que está completamente seguro utilizándolos. Por otro lado, la facilidad de apertura y cierre «Para ayudar al usuario, se han introducido métodos de asistencia para controlar la cocción de los alimentos: desde chuletas en el mango a temporizadores o sistemas electrónicos 2.0» San Ignacio La olla a presión Aragón de San Ignacio está fabricada con un cuerpo de acero inoxidable 18/10 de primera calidad, cuenta con fondo encapsulado y su base es de aluminio, para una distribución más uniforme del calor. Posee un mecanismo de cierre muy duradero que ofrece máxima seguridad y reduce el tiempo de cocción y el uso de energía. Con asas efecto «siempre frío», está disponible en 6 litros, con 22 cm de diámetro, y en set de 4+6 litros. Fissler desmonta los mitos sobre las ollas a presión Cocinar con ollas a presión Fissler tiene muchas ventajas: se ahorra tiempo, se retienen los nutrientes esenciales y los minerales, se conservan mejor los sabores, aumenta el contenido de vitaminas y se ahorra energía y dinero. Una olla a presión (como la Vitavit® Premium de Fissler) es una solución integral que permite variedad culinaria en la dieta diaria. Con el cestillo y el nivel de cocción adecuados, se puede preparar casi cualquier alimento, ya sean platos delicados, como pescados y verduras, o carnes y guisos, e incluso comida para bebés, arroz o postres. La calidad de los resultados en una olla a presión Fissler también es superior a la de los métodos de cocción convencionales porque no se pierden ni la mitad de vitaminas que con una cocción tradicional; y se conservan hasta el 85% de los minerales. Otro tanto para la olla a presión Fissler es que se puede cocinar al vapor con presión (sin agua). Como resultado, las vitaminas y minerales solubles se preservan en vez de perderse en el agua de cocción. La cocción al vapor a presión conserva y potencia los sabores y el color natural de los alimentos, estimulando el apetito gracias a los colores vivos y atractivos en el plato. Y por último, pero no menos importante, la sofisticada tecnología de las ollas a presión de Fissler garantiza un funcionamiento sencillo y un manejo seguro. El proceso de preparación es tan fiable como los sabrosos resultados. Gracias a los sistemas de seguridad avanzados, nada puede salir mal. 38 - menaje
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