Menaje de mesa y cocina 109

mercados La gama de ollas a presión que ofrece el mercado es muy amplia, pese a que sean pocas las marcas que compiten en este segmento. Cada una de ellas ofrece un buen número de modelos distintos y ello hace que el rango de sistemas, diseños y capacidades sea muy amplio, adaptándose a diferentes tipos de consumidores. Las ollas a presión ya no limitan a su función de cocinar platos familiares, sino que se adaptan incluso a los hogares unipersonales. Ya no se trata de un utensilio ajeno a los más jóvenes, sino que se introduce con fuerza en el concepto de «fast food» saludable… la sociedad está cambiando a pasos agigantados y, con ella, también este producto, que mantiene una oferta fiel y en proceso de ampliación. Durante unos años, este producto atravesó un cierto estancamiento de las ventas, que podríamos atribuir a cambios en los hábitos culinarios y en la composición de los hogares españoles. Pero en los últimos tiempos, este mercado se ha reactivado, de la mano de una corriente que valora cada vez más la comida sana. También el ahorro en tiempo y energía, en un momento en que el primero escasea y la segunda se encarece, son factores cada vez más valorados por los consumidores. Las últimas novedades demuestran que este mercado no para de evolucionar y crecer. La seguridad, el diseño, Imagen de WMF ollas la versatilidad, la adaptación y los materiales son los principales campos donde se centra la innovación. No obstante, la presentación de novedades en este campo no es tan acelerada como en otros segmentos del menaje, dado que los cambios se producen de manera más espaciada en el tiempo. Aunque estéticamente las ollas a presión no han introducido grandes cambios, sí los hay en su funcionamiento y equipamiento, a todos los niveles. Una de las mejoras introducidas de modo general es la adaptación a todo tipo de fuentes de calor, incluida la inducción. Por otro lado, las ollas a presión son cada vez más versátiles, gracias a la generalización de los sets, que incluyen diversas piezas y, por lo tanto, amplían notablemente las posibilidades de uso. Y es que, en viviendas donde el ahorro de espacio es una prioridad, el objetivo es que este elemento sirva para diferentes funciones. Por ello, han aparecido ollas que van provistas de dos tipos de tapas, una para cocinar a presión y otra de tipo convencional, que puede ser de cristal o de acero inoxidable, para cuando queremos utilizarla como una cacerola tradicional. Además, se han generalizado los cesti l los para cocinar al vapor, que se insertan perfectamente dentro de la olla y, por lo tanto, no ocupan espacio. a presión Tecnología segura y eficiente Aunque no sea un producto con grandes volúmenes de ventas, el mercado de las ollas a presión ha conseguido mantenerse estable incluso en tiempos de crisis y hasta apunta hacia una ligera alza. Este producto goza de un público fiel, que aprecia sus ventajas, y está ganando poco a poco nuevos clientes. Con ello, demuestra que está por encima de modas y tendencias. Muy especializadas y con un público limitado pero fiel, las ollas a presión tratan de llegar a nuevos segmentos de consumidores, explorando las tecnologías 2.0, captando a los sectores más preocupados por la salud o sacando el máximo provecho al ahorro de tiempo, que permite cocinar platos fast food absolutamente saludables. La eficiencia energética, en los tiempos que corren, se ha convert ido también en un importante argumento de venta. 38 - menaje ollas presión velf.pmd 15/12/2015, 16:15 2

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