Menaje y cocina 107

«La presentación de novedades se ha desacelerado notablemente, tras el auge inicial de hace unos años con la implantación de la separación de residuos en la mayoría de municipios de España» contenedores que encontramos en el mercado tienen dimensiones muy pequeñas, teniendo en cuenta el volumen que ocupan fracciones tan importantes como la de los envases o el vidrio. Este problema afecta sobre todo a los contenedores integrados en el mobiliario de la cocina, pero también a los independientes que incluyen en su interior varios compartimentos. Cualquier contenedor debería ser suficiente para recoger por lo menos los residuos que una familia media, de 4 miembros, genera en una jornada. Hay que tener en cuenta que las fracciones de envases y rechazo son las que representan mayor volumen, mientras que el contenedor de vidrio es el que recibe visitas con menor frecuencia. Por ello, no todos los contenedores de todas las fracciones deberían tener la misma dimensión. Ya son habituales contenedores de 20 y de 25 litros y los hay hasta de 40 y 50 litros, tamaños que prácticamente solo son posibles en versiones «independientes». Los que contienen varios receptáculos en su interior varían entre los 8 litros de mínimo y los 18 de máximo. Lo ideal es que no todos los contenedores tengan el mismo tamaño, sino que se adapten al volumen de la fracción: no ocupa lo mismo un envase que los restos Wesco Una de las marcas más reconocidas del mundo en el campo de los cubos, la británica Wesco, dispone de una gama inconfundible por sus formas y colores y por un estilo que es muy propio de esta marca. Esta es su característ ico cubo cuadrado Boy en versión doble y más grande, que permite integrar en su interior dos cubos de plástico de 18 litros cada uno, para separar paper, vidrio, plást ico y otras fracciones. Gracias a un sistema integrado automático, se cierra de manera casi imperceptible, a nivel sonoro, y además puede mantenerse en posición abierta, para facilitar la tarea de depositar los residuos. Incorpora además un práctico sistema para sujetar las bolsas de residuos, preveniendo que se desplacen o se suelten, y un pedal de generosas dimensiones, que facilita las operaciones de apertura. Está fabricado en hoja de acero con pintura al polvo de alta calidad y tanto la tapa como el pedal son de acero inoxidable. orgánicos de comida ni tampoco se generan residuos con la misma frecuencia si nos referimos al contenedor verde o al marrón. Algunas propuestas a la hora de separar los residuos domésticos optan por esconder los contenedores, integrándolos en los muebles de cocina. Pero se trata de soluciones más caras y minoritarias, dado que la mayoría de los consumidores el igen cubos independientes, más económicos y también más versátiles y con mayor capacidad. Los cubos de reciclaje son a menudo del color que, oficialmente, identifica cada fracción: verde para el vidrio, amarillo para los envases, marrón para la orgánica y azul para el papel. En algunos casos, se incluye la propia denominación en texto sobre escrito, para que el usuario identifique rápidamente el contenedor.

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