mercados Sin abandonar su clásica estética, muy condicionada por la presencia ineludible de los tres elementos de una cafetera (caldera, cuerpo superior y cacillo), este producto ha experimentado una importante evolución estética. La incorporación del color ha sido una de las grandes revoluciones, como también la aparición de nuevos materiales en los pomos y asas. de plena actualidad Aunque las firmas italianas tienen un claro prestigio en este mercado que casi «han inventado», en España la presencia de marcas nacionales es muy importante, siendo su cuota de mercado ampliamente mayoritaria frente a las importaciones. Algunas marcas prefieren evitar la denominación de «italianas» para este tipo de cafeteras, a las que también se llama moka, tradicionales o incluso expresso. No existe consenso sobre la mejor manera de denominarlas, pero sí sobre sus fortalezas: la mayoría de marcas apuesta por la calidad de los materiales y por un diseño atractivo, seguro y ergonómico. cafeteras Magefesa Las cafeteras Capri de magefesa son de acero inoxidable y son válidas para inducción, además de cocinas eléctricas, gas, vi trocerámicas. Con pomo y asa de bakelita y capacidades de 4, 6 y 10 tazas. Las cafeteras Kenia de aluminio son aptas para cocinas eléctricas, de gas y vitrocerámicas. Se presentan en versión pulida (3, 6, 9 y 12 tazas) y «Noir», en elegante color negro (3, 6, 9, 12 tazas). Están dotadas de pomo y asas de bakelita. Las cafeteras tradicionales, a menudo conocidas como «italianas», mantienen la demanda e incluso experimentan un crecimiento, frente a la feroz competencia que ejercen las máquinas automáticas y monodosis. Su precio es menor, pero también lo es el coste de cada taza de café, en una relación de 5 a 8 veces menos de lo que cuesta una unidad de cápsula monodosis. Y ello está frenando la pérdida de clientes de las cafeteras italianas, que incluso están recuperando clientes, según algunas fuentes del sector. Desde ADI (Arc International Iberia), lo confirman: «Nuestra experiencia y crecimiento en estas líneas de producto nos demuestra que, pese a que durante un largo período se disparó la venta de las máquinas de cápsulas o tipo expresso, y decreció el segmento de las cafeteras tradicionales, actualmente se comienza a apreciar una vuelta a los modelos tradicionales de hacer café, y en eso la cafetera italiana es la que cuenta con más adeptos. Factores como el alto precio de reposición de las cápsulas contribuyen a esa «vuelta a lo tradicional». Y ello, a pesar de la eclosión de las cápsulas compatibles, que han supuesto un importante abaratamiento respecto a las originales. Casi podríamos decir que este producto «se ha visto favorecido por la crisis». Y es que hace unos años experimentaron un descenso importante de ventas como consecuencia del auge de las cafeteras automáticas y de cápsulas. El precio más bajo de las cafeteras italianas y del café obtenido es su principal ventaja competitiva, pero no la única, dado que son muchos los consumidores que 16 - menaje
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