ENTREVISTA 52 que por el volumen que pueden manejar estas pymes tengan automatizados y optimizados su producción para ser competitivos con, por ejemplo, una planta china, en la que cabrían 400 de nuestras pymes. Las grandes empresas sí han entrado en esta búsqueda de la automatización, digitalización y sensorización de los procesos. Ustedes analizan un entorno competitivo para aportar claves en la estrategia empresarial a partir de los modelos de negocio. ¿A qué otros retos, además de la digitalización, se enfrenta el sector hoy, y qué estrategias y escenarios se dibujan? La economía circular es un paradigma que está muy presente y en el que la empresa debemanejarse. Otro es, como decía, la digitalización, pero entendida como Industria 4.0. El mueble es un sector muy intensivo en cuanto a mano de obra y cuesta más introducir la tecnología. La salud y la seguridad es otro reto que las empresas tienen que abordar, junto con el desarrollo de biomateriales, es decir, conseguir una nueva generación de materiales que sean biodegradables o que estén fabricados a partir de ciertos componentes naturales o reciclados. También destacaría la formación. ¿No están nuestros profesionales suficientemente preparados? El sector del mueble ha perdido mucho oficio, por así decirlo, precisamente porque antes se fabricaba mucho mueble clásico, que involucraba a distintos oficios relacionados con la ebanistería y este mundo más artesano. Eso se ha ido perdiendo. Muchas empresas necesitan de este tipo de profesionales y no encuentran. En el pasado Congreso Hábitat, que anualmente organiza Aidimme, se destacó la importancia de la economía circular. ¿En qué punto se encuentra nuestro país, tanto en las empresas como en los hábitos del consumidor? ¿Es sostenible la sostenibilidad, es decir, es factible para una empresa en un escenario hoy tan competitivo? ¿Es la única vía de futuro? Quiera o no quiera acabará ahí. Los tableros con los que trabaje esa pyme van a ser sostenibles. Se lo va a encontrar hecho, será sostenible incluso sin querer. Ya para concluir, desde Aidimme trabajan con conceptos como simbiosis industrial. ¿Qué es y cómo puede ayudar a nuestro tejido industrial? La simbiosis industrial es convertir los residuos en subproductos, es decir, transformar en materia prima lo que sobra de nuestras industrias, desde el lodo de una depuradora hasta los restos de madera de un aserradero. El objetivo es no generar residuos, aprovechándolos como subproductos, dándoles un nuevo uso, una nueva vida. Para que funcione la simbiosis industrial necesitas que alguien quiera ese residuo, una tecnología capaz de convertirlo en materia prima y que sea viable económicamente. Aquí hay un gran reto tecnológico y otro quizá más grande: que sea factible desde el punto de vista de la legislación. ¿Qué quiere decir? El marco legislativo nos invita a ser sostenibles y circulares y a potenciar la simbiosis industrial, pero ya está pasando que se generan muchos residuos que la propia legislación no reconoce como tal. También sucede que te encuentras con distintas normativas según la autonomía. Desde el Observatorio de Simbiosis Industrial de la Comunidad Valenciana trabajamos desde distintos ámbitos y entidades y de forma local. De momento, hemos conectado grandes sectores industriales: madera y mueble, industria agroalimentaria y metalmecánica, materiales para construcción, plástico y caucho, y textil y confección. El proyecto se encuentra en sus primeras fases, y tenemos grandes esperanzas depositadas en él. n
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