MD54 - Industria de la madera

ENTREVISTA 50 Pero en nuestro país se sigue fabricando mucho mueble… Sí, no ha habido en España un proceso de deslocalización en el que nuestros fabricantes se hayan ido a fabricar al extranjero. Hay algún caso, pero mantienen la producción en España también. Sin embargo, las cadenas de suministro son globales, y si un fabricante local necesita un herraje, éste puede venir de Turquía o de Vietnam. Y en este escenario, en este cuello de botella, nadie ha negociado precio: las empresas han asumido la subida de costes con el único objetivo de que no se interrumpieran los suministros y no hubiera más retrasos en los proyectos que ya estaban en marcha. En general, ¿es competitivo el mueble español en el mercado internacional? Cuáles son sus puntos fuertes y débiles. El sector ha sido muy competitivo. Hasta los 2000 ha sido una historia de éxito. Se ha vendidomucho durantemuchas décadas tanto en España como fuera de ella. Éramos líderes, sobre todo, en el mueble clásico, de más valor añadido. ¿Ya no es así? Esto ha cambiado en los últimos 20 años. El sector ha tenido que hacer un esfuerzo por ser competitivo en otros mercados como el contract. Hoy contamos con empresas punteras que venden en todo el mundo, sobre todo, por su relación calidad-precio. El mueble español sigue siendo sinónimo de calidad y a un precio inferior al de nuestros competidores alemanes e italianos. Además, en los últimos años se le ha dado especial importancia al diseño, a trabajar con diseñadores de renombre. También se ha hecho un esfuerzo por crear marca. ¿Dónde viajan nuestros muebles? Principalmente, a la zona euro, pero puedes encontrar mueble español absolutamente en todo el mundo. ¿Y de dónde viene el mueble que compramos? El patrón siempre ha sido asiático, principalmente chino. ¿Podemos competir con este mercado dentro del sector mueble hogar? Es un mercado complicado, de mucho menor valor añadido, donde la competencia precio es más dura y con escasos márgenes. ¿Puede ser la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente una baza competitiva? Para una empresa española va a ser difícil competir con una empresa alemana, italiana, sueca, holandesa o danesa si no ha adoptado de alguna manera criterios de sostenibilidad. El respeto al medio ambiente es una corriente que tiene mucha fuerza en Europa. Y dentro de nuestro mercado, ¿cree que el consumidor tiene en cuenta ese sello verde? ¿Está dispuesto a pagar más por un producto sostenible y reciclable? Se ha avanzado mucho en concienciación y para una buena parte de los consumidores es un tema importante. La tendencia es esa. Basta con ver lo que ha ocurrido en otros sectores como el de la alimentación. El cambio ha sido grandísimo: pensamos mucho en si el producto es saludable y en su procedencia. ¿Estamos dispuestos a pagar más por un mueble? Pues quizá, de momento, no. Como consumidores queremos tener la conciencia tranquila pero que no nos pidan muchos esfuerzos más. Sí creo que, ante dos productos del mismo precio, el consumidor elige el ecológico. Sin embargo, en unos años, cuando vayamos a comprar una silla, por ejemplo, en la tienda solo habrá sillas fabricadas con material reciclado. La tendencia empieza a ser un estándar y el que fabrique fuera de este marco ya no tendrá mercado ni futuro. ¿Y en el mercado contract? Allí ya se mueven en ese entorno sostenible con certificados medioambientales. La calidad en ese mercado incluye criterios de sostenibilidad. Uno de los retos para muchos sectores es la automatización, la incorporación de las tecnologías de la Industria 4.0 a la producción. ¿Qué nos puede decir del sector del mueble? Según el INE, en España hay 7.000 fabricantes de muebles con algún trabajador, hasta 12.000 si contamos los autónomos. Son muchísimos, es un mercado muy atomizado en el que compañías con más de 250 trabajadores se pueden contar con los dedos de una mano. Es difícil

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