46 EMPRESAS internamente y no obedecer órdenes de ‘la central’, permite hacerlo con alma”. Y Toni añade: “puedes decirle humanidad, pero también visión de futuro. Y es que teníamos claro que, igual que el mercado bajó durante la pandemia, luego volvería a subir y había que estar preparados y contar con el personal formado”. El cambio generacional de Iscar, no solo en dirección, sino también en cargos intermedios, es y será un reto para Juan, al que asegura que le gustan los retos, con la necesidad de gestionar el relevo de profesionales que llevan en la empresa desde hace 30 años. Juan deberá también gestionar el necesario cambio de mentalidad de los propios clientes y seguir poniendo sobre la mesa la gran influencia que tiene la herramienta a la hora de sacar el máximo provecho a la máquina. Un tándem que sin duda puede dar muchos mejores frutos si se tratan ambos con el mismo interés, una estrategia que no dudan en trasladar a los jefes de taller o de la oficina técnica de las empresas con las que tratan. Igualmente, Iscar siempre ha apostado por tener estudiantes en prácticas, una estrategia en la que todos salen ganando. Algunos de los actuales técnicos de la empresa empezaron así, precisamente, y apuestan por darles una formación integral que luego les sirva en su carrera profesional, sea en Iscar o en otra empresa. Y algo que sin duda aprenden en Iscar es que en un taller no solo se fabrica, sino que también se puede hacer investigación, aproximando el taller al cliente. “No somos un centro tecnológico —explica Juan— sino un centro de producción real, orientado mucho al cliente y sus necesidades”. MÁS ALLÁ DE LA VENTA Consciente de que Toni Viñas es “inimitable” (en sus propias palabras), Juan Séculi explica que su objetivo al frente de Iscar será mantener la línea de trabajo de la empresa, pero avanzando aún más en el servicio al cliente, más allá del producto, mejorando el departamento de ingeniería y procesos, “muy interesante para nuestros clientes”, además de la fabricación de herramientas. “Queremos ayudar a nuestro cliente a ser más productivos, no solo venderle herramientas”, concluye. “Nuestros clientes quieren ser competitivos”, explica Toni, “Y para ello deben fabricar más y mejor, y más rápido”. Y Juan añade: “nuestros clientes no nos compran una broca de 10… sino un agujero de 10”, en clara referencia a la necesidad de productos que les resuelvan necesidades y que por tipología de producto y calidad, Iscar no puede competir por precio, sino que debe hacerlo por el valor añadido que antes mencionaba el propio Toni, que les permita seguir ofreciendo su know how y experiencia a los clientes, y a la vez mantener una estructura de casi 60 personas, lo que sitúa a Iscar a medio camino entre empresa pequeña y grande. “Eso obliga a muchos a ser multitasquing sin departamentos estancos, donde un product manager es también técnico, lo que sin duda se traduce en el servicio que ofrecemos”. Por ello, en los últimos años han ampliado el ‘front office’, mirando más allá de los próximos 4 años de resultados y ofreciendo una atención más profesional y cercana al cliente. Con la idea de ser un proveedor global de soluciones, Iscar tiene en su portafolio herramientas para acabado, desbastado, mandrinado, fresado, taladrado, roscado… además de las soluciones llave en mano. Con una ventaja añadida como es la diversidad de sectores cliente, como pone en valor el propio Juan: “Iscar tiene su mercado muy segmentado, desde automoción hasta aeroespacial, ferrocarril, médico y obviamente la subcontratación general, “que habla el mismo idioma que Iscar, de coste por pieza, no del precio por plaquita”. n Juan Séculi, con larga experiencia en el sector de las herramientas de corte, ha encontrado en Iscar una empresa “con alma” donde desarrollar su visión de “servicio al cliente”. Desde estas páginas seguiremos informando sobre sus innovaciones bajo la batuta de Juan Séculi pero aprovechamos para desear lo mejor a Toni Viñas, que ahora podrá dedicar tiempo a otra de sus pasiones como es la Historia.
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