42 ADVANCED MANUFACTURING MADRID planea implementar la reducción de la jornada laboral de 40 horas a 37,5 horas a menos que sea obligatorio. No obstante, hay un 26,8% que, a pesar de no haberla implementado, sí que lo está considerando. Únicamente un 10,4% ya ha adoptado esta medida y un 6,1% se encuentra en proceso de hacerlo. En respuesta a qué beneficios esperan obtener con este cambio, el 60,6% destaca una mejora en la satisfacción y bienestar de los empleados, seguido por la mejora en la atracción del talento (27,7%), aumento de la productividad (27,3%) y la reducción en la rotación de personal (18,6%). Un representativo 29% cree que, de implementarse, no habrá mejoras significativas. En cuanto a los principales desafíos asociados a la adopción de la reducción de la jornada laboral, las dificultades más relevantes incluyen, en primer lugar, los ajustes en la carga de trabajo y plazos de entrega (60,6%). Le siguen el incremento en los costos laborales (43,7%), las dificultades en la coordinación de equipos y turnos (34,2%), la resistencia por parte de algunos directivos (26,4%) y la resistencia por parte de algunos empleados (3%). IMPACTO DE LA AUTOMATIZACIÓN EN EL EMPLEO: ¿AMENAZA U OPORTUNIDAD? La automatización está transformando los roles laborales. Entre los efectos inmediatos, las empresas afirman, en primer lugar, que se están creando nuevos puestos con perfil técnico (38,1%), además de que, gracias a la automatización, se han reasignando a los empleados a tareas de mayor valor añadido (33,8%). No obstante, el 17,7% ha experimentado una reducción en roles tradicionales y un importante 35,1% señala que la automatización aún no ha generado un impacto significativo en su plantilla. Según la encuesta, los perfiles más demandados por las empresas incluyen desarrolladores de software industriales (33,3%) e ingenieros de automatización (30,3%). Ganan terreno otros roles emergentes, como los especialistas en datos y análisis (26%) o los técnicos en mantenimiento de robots (18,6%). Pese a la gran diversificación de nuevos roles y su creciente demanda, el sector industrial afronta el reto de atraer y retener nuevo talento. Para revertir esta situación, las empresas han tomado medidas como el fortalecimiento de su colaboración con instituciones educativas (58,3%), seguido de la mejora de las condiciones laborales y beneficios para los empleados (53,2%). Además, las compañías también se han enfocado en implementar programas de formación interna (48,9%). ¿CÓMO DE SOSTENIBLE Y EFICIENTE ES NUESTRA INDUSTRIA? El compromiso con la sostenibilidad está cambiando las reglas del juego para las empresas industriales. El 68,4% de las compañías afirma haber implementado medidas para optimizar procesos y reducir residuos, mientras que un 50,6% ya utiliza materiales reciclados o biodegradables. De las empresas encuestadas, un 40,7% señala que ha adoptado medidas de implementación de tecnologías de energía limpia en sus centros. Asimismo, el 42% de las empresas ha implementado energías renovables, como solar o eólica, mientras que un 39,4% monitorea y optimiza su consumo energético. A estas prácticas le sigue la adopción de sistemas de gestión de energía adoptados por el 34,2% de las empresas y los equipos de alta eficiencia energética (32%). El desafío más común para adoptar estas prácticas, en el que coincide un 65,4% de los participantes en el estudio, es el alto costo inicial, seguido de la falta de conocimiento y capacitación para implementarlas (32%). Preguntando a los profesionales sobre la creciente necesidad de ser sostenible en el futuro y si esta práctica tendrá un impacto en la industria manufacturera, el 45,5% de los encuestados señala que habrá una transformación moderada con adopciones graduales de nuevas tecnologías. Mientras, el 35,1% opina que la transformación de la industria será significativa, impulsando innovaciones y prácticas sostenibles. Solo el 9,1% afirma que afectará negativamente, incrementando los costos operativos y un 10,4% indica que los cambios serán mínimos, sin un impacto significativo. n En los próximos 3 años, la IA se posiciona como primera tecnología que pretende adoptar el tejido industrial (31,6%), seguida del Big Data (27,7%) y la computación en la nube (26%)
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