27 DIGITALIZACIÓN La fábrica ‘consciente’ supone dar un “salto humanista” y centrarse en las personas y no tanto en el robot, como hasta ahora. En palabras de Agustín Sáenz, “el trabajador gana peso en este concepto, su rol y su manera de trabajar ‘enseñan’ a la máquina, ya no es el empleado que debe adaptarse al robot o que éste esté en una jaula en la que no haya interacción”. Además, se trata de soluciones que apuestan por fomentar el ‘lenguaje natural’ de interacción entre robot-persona, es decir, que el operario pueda dar órdenes por voz y a través del software, el robot reciba las instrucciones en su propio lenguaje. “Algo que facilita enormemente la interacción y, además, minimiza la necesidad de conocimientos en cuanto a programación se refiere”. En este sentido, Tecnalia mostraba en su stand en BIEMH 2024 algunas de las soluciones desarrolladas junto a empresas de diversos tamaños en los últimos dos años, aplicaciones basadas en este concepto mostrando que, “una vez la fábrica ya está digitalizada, como integrar a las personas en esa smart factory”. Así, basada en una interacción más natural y que maximiza el aprovechamiento del conocimiento experto de la persona, la fábrica ‘consciente’ se caracteriza por ser flexible y adaptativa en la producción, además de colaborativa con su entorno. Se trata de un nuevo paradigma que Tecnalia ya está implantando en las empresas industriales, aumentando la actividad con ellas en un 15% en los dos últimos años, tal como lo expuso Agustín Sáenz: “actualmente colaboramos con más de 950 empresas industriales, el 73% de ellas pymes, para la implantación de soluciones tecnológicas relacionadas con la robótica colaborativa, la automatización, la conectividad, la inteligencia artificial aplicada, y la circularidad de los materiales”. Esta actividad ha supuesto una facturación para Tecnalia de 94 millones de euros en los dos últimos años. De hecho, en su stand de casi 300 m2 en la BIEMH, Tecnalia representaba este nuevo modelo de fábrica mediante la integración de inteligencia artificial, robots, conectividad y tecnologías de fabricación, mostrando las cuatro palancas de transformación: una tecnología al servicio de la persona; una producción flexible, capaz de adaptarse a los cambios para optimizar el uso de recursos; una fábrica extendida a más espacios e instalaciones; y la colaboración con el ecosistema industrial. Según Sáenz, “se trata de una fabricación altamente avanzada y automatizada con las personas como núcleo, en torno al que se diseñan las innovaciones y que de ahí se propagan Entre las tecnologías que se presentaron en la BIEMH destacaban los robots que interaccionan de una manera natural con las personas gracias al empleo de técnicas de inteligencia artificial, y máquinas que son teleoperadas para funcionar remotamente.
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