227 El proyecto Soroll-IA2, que se encuentra en su segunda anualidad, se ha dividido en dos partes. Por un lado, la grabación y captura de datos de audio en entornos industriales y, por el otro, el etiquetado y la clasificación de estos. Los datos se recogen a través de una serie de nodos acústicos ubicados en lugares estratégicos y, mediante técnicas de Machine Listening, se extrae información de valor. Se trata de una tecnología de Inteligencia Artificial (IA) que trabaja y diseña algoritmos y modelos capaces de extraer conocimiento e información relevante a partir de señales de audio. LA FALTA DE BASES DE DATOS SE CONSTITUYE COMO EL PRINCIPAL PROBLEMA Hasta ahora, el principal problema era la falta de audios para entrenar los modelos de IA. Por ello, la primera fase del proyecto se ha centrado en recopilar los datos necesarios para crear una base de datos de sonidos contextualizados en la Comunitat Valenciana dentro de un entorno industrial a través de una red de sensores acústicos de Internet of Things (IoT). En este sentido, la principal característica de Soroll-IA2 es la captación de sonidos para su posterior clasificación en tres tipos de ambientes diferentes: exteriores, interiores y en sala. Para cada tipo de grabación ITI está colaborando con empresas del sector industrial con el objetivo de obtener datos de valor que puedan aportar información relevante en el día a día. El Puerto de Valencia está aportando los sonidos en exteriores enmarcados en un entorno portuario. Las empresas DCM Automatizada y CASVA Simetría ofrecen la oportunidad de grabar sonidos industriales en ambientes interiores y, de la mano de Fermax y sus videoporteros, se está llevando a cabo la recolección de sonidos grabados en sala. Los datos de audio constituyen la información con la que se entrenan los modelos de IA para que estos realicen tareas de detección, clasificación y reconocimiento de patrones de sonido. Una posible aplicación de lo que se obtiene gracias a los sonidos es la identificación de fuentes de contaminación acústica, pero, tal y como destaca Andrea Ceba, gestora del proyecto Soroll-IA2 en ITI, “lo verdaderamente importante del proyecto es la información obtenida”.
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