METALMECANICA 350

En la fabricación aditiva metálica tipo LPBF (Laser Powder Bed Fusion) la forma del componente ha pasado a ser algo menos preocupante de lo que era con las tecnologías de manufactura substractiva. La facilidad de obtener un diseño CAD y traducir esta forma en una pieza real a través del uso de una máquina de fusión laser con cama de polvo hace que sea muy atractivo el obtener las piezas que siempre hemos querido obtener y que las limitaciones técnicas no nos permitían hacer [1]. Pese a lo interesante e inspiradora que esta idea puede parecer lo cierto es que hay muchos retos que superar en lo referente a integridad estructural, distorsión geométrica y esfuerzos residuales, pero los avances en estas áreas cada vez son mayores, lográndose que cada vez esta tecnología se aproveche con un enfoque más holístico. En la fabricación aditiva metálica se abre la posibilidad de poder personalizar no solo el diseño del componente sino también los patrones cristalinos. A partir del control de los parámetros laser tales como la potencia, la velocidad del láser, el espesor de capa, la distancia entre tracs, y la estrategia laser, es posible desarrollar patrones microestructurales jerárquicos en los componentes. Estos patrones microestructurales tienen repetitividad en el material y facilitan la predicción del comportamiento mecánico del material. En la figura 1 se aprecia una IPF (Inverse Pole Figure) obtenida por EBSD (Electron Backscattering Difraction) correspondiente a una muestra de Inconel 718 fabricado con estrategia unidireccional (tracks laser sin cambiar de orientación capa a capa). En la imagen se observan cubos azules que representan la orientación cristalina principal de los granos de la muestra. De esta figura se aprecia que los cristales tienen una orientación tipo <011> en índices de Miller, o en términos más sencillos: “una orientación diagonal respecto al eje vertical (eje X)”. Esta orientación de los cristales es jerárquica cuando se utiliza esta estrategia de escaneo laser con una distribución gaussiana de energía. Esta orientación cristalina se repite siempre que se mantengan los parámetros antes mencionados y, al ser robusta, es posible entonces predecir el efecto cristalino sobre las propiedades mecánicas del material. Es importante destacar que las propiedades mecánicas de los metales dependen de muchos aspectos. Cuando los metales son puros, la distribución de la orientación cristalina es el aspecto más importante, pues define la formación de granos y por ende la

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