64 ENSAYO DE MATERIALES ENSAYOS DINÁMICOS EN CABLES DE ACERO ZwickRoell ha desarrollado mordazas especiales para estos cables, lo que permite realizar ensayos de fatiga sin necesidad de elementos de sujeción adicionales, utilizando generalmente una máquina de ensayos servohidráulica de la serie HA. En el ensayo de fatiga de ciclo alto (por ejemplo, según ISO 15630-3, XP A 35-045-2011, Fpr EN 10138-3:2009) de cables tensores de acero, la probeta debe soportar dos millones de ciclos de ensayo a una frecuencia máxima de 20 Hz sin fracturarse. Si la rotura ocurre cerca de la sujeción, el ensayo se invalida y debe repetirse, lo que resulta costoso debido a la duración del ensayo. Los cables de acero de pretensado, al ser muy rígidos, son especialmente sensibles a las entalladuras y la carga de sujeción junto con la carga dinámica puede causar fallas prematuras en la probeta. SUJECIÓN DE PROBETAS ESPECIALIZADO Para asegurar la integridad de las probetas durante los ensayos, especialmente en cables de acero de alta resistencia (hasta 2.000 MPa), se requieren mordazas hidráulicas de cierre paralelo con presión de sujeción adaptable. Las mordazas deben tener un diseño que garantice una sujeción uniforme y segura de la probeta, evitando el deslizamiento durante el ensayo. La calidad del producto de la probeta de cordón de acero también es esencial para evitar la rotura de la probeta fuera de la longitud de calibre L0. Para asegurar la fiabilidad del ensayo de tracción, es crucial que la probeta se rompa o desgarre dentro de la longitud del calibre. Cualquier daño en la superficie de la probeta o irregularidades en la resistencia de los alambres pueden causar la rotura fuera de esta longitud, especialmente cerca de las mordazas. En el ensayo de fatiga de alto ciclo en cables de acero según la norma ISO 15630-3, la sujeción de la probeta representa un desafío debido a la propensión a las fracturas. La fuerza de sujeción añade una carga adicional que se suma a la carga dinámica, aumentando el riesgo de rotura prematura. En las probetas clásicas de tracción de material macizo, se suelen utilizar secciones transversales más grandes en los extremos para para garantizar que la probeta se rompa en el área entre las mordazas, una práctica complicada con cables de alambre. Para garantizar resultados precisos, es necesaria una correcta preparación de la probeta, incluido el sellado. ZwickRoell aborda este desafío con mordazas especialmente diseñadas para ensayos de cables de acero, eliminando la necesidad de elementos de sujeción adicionales. Este enfoque reduce significativamente la manipulación, el tiempo y los costes. Las mordazas combinan sujeción hidráulica y mecánica, esta última utilizando un manguito cónico en el que se introduce cada extremo del alambre y se tensa con un contracono. Con ello, se aplica la mayor parte de la fuerza de sujeción. La fuerza restante que sigue siendo necesaria para el ensayo correspondiente, se suministra mediante sujeción hidráulica clásica con mandíbulas. Combinados, estos dos principios de sujeción permiten aplicar la fuerza de sujeción evitando de tal manera las fracturas de suje-
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