METALMECÁNICA 349

ENTREVISTA 60 ¿Qué otras medidas forman parte de su política de sostenibilidad? Estamos invirtiendo para que, en 2025, más de la mitad de la energía que utilizamos proceda de fuentes renovables y, para ello, pronto avanzaremos en la instalación de una amplia red de paneles fotovoltaicos. Además, en producción, nos estamos esforzando por sustituir los equipos más antiguos e ineficientes por otros más nuevos que nos proporcionen las mismas ventajas que ofrecemos a nuestros clientes. ¿AMOB reacondiciona las máquinas usadas? Sí, pero somos muy conscientes de que a veces es difícil reacondicionar una máquina muy antigua con tecnología 100% actualizada. En estos casos más extremos, ofrecemos a nuestros clientes un fuerte incentivo para dar por perdido el equipo antiguo y comprar una máquina nueva. En estos casos, desmontamos y reciclamos entre el 80% y el 90% de los componentes de la máquina antigua; nuestras máquinas son casi totalmente de metal y un aspecto positivo de este material es que es reciclable al 100%. En cuanto a su proceso de fabricación, ¿han invertido o tienen previsto invertir en herramientas de digitalización o automatización de procesos? Siempre. De hecho, mi sueño en el futuro es que parte de la fábrica funcione mientras todos dormimos. Y, al mismo tiempo, tener herramientas digitales que nos permitan ver si la fábrica está funcionando bien, si está siendo eficiente, cuánto está produciendo. En este sentido, hemos estado invirtiendo mucho en herramientas como el software que instalamos hace un tiempo para controlar la productividad de todos nuestros equipos, y también en la automatización de procesos, con soluciones que nos permiten mantener las máquinas en funcionamiento sin necesidad de un operario. Estos dos aspectos, digitalización y automatización, son fundamentales para seguir creciendo (y siendo competitivos) y, de hecho, están interrelacionados: de poco nos sirve tener procesos automatizados si no podemos medirlos. Son áreas en las que sin duda seguiremos invirtiendo. En medio de toda la tecnología disponible, el factor humano sigue desempeñando un papel central en la industria, y muchas empresas denuncian la falta de mano de obra cualificada. ¿Es éste también su caso? Sí, las personas son el factor central de cualquier empresa, por muy automatizada y digitalizada que esté. La tendencia es dejar que las máquinas hagan los procesos más repetitivos, para liberar a las personas para tareas más interesantes, que requieran algo de cognición y tengan mayor valor añadido. La falta de personal es un problema que afecta mucho a nuestro sector, que también sufre AMOB, y es una de las razones por las que hemos invertido tanto en automatización. Afortunadamente, esta escasez se ha compensado con la inmigración altamente cualificada que nos ha llegado, principalmente de países como Brasil, India y Pakistán. Puedo decirle que actualmente tenemos diez técnicos brasileños trabajando en AMOB, todos ellos muy bien preparados y realizando diferentes tareas. Si queremos que nuestras empresas crezcan, tenemos que ser capaces de atraer esta mano de obra cualificada. Para ello, Portugal tiene que hacerse atractivo, tanto en impuestos como en las condiciones de vida que ofrece a las personas. Aparte de esto, ¿qué otros retos tendrán que afrontar la industria metalúrgica portuguesa en los próximos años? Creo que la mano de obra es el principal reto. Si tenemos gente competente, capaz, motivada y feliz, podremos afrontar fácilmente cualquier reto. Ahora, la gente necesita poder cobrar bien y que los impuestos no se lleven la mitad de sus ingresos. Es importante que puedan llevarse más dinero a casa y creo que, de lo contrario, vamos a tener dificultades para encontrar trabajadores cualificados. No hay que olvidar que competimos con países donde los salarios son mucho más altos y que también tienen la misma escasez de gente. Por último, ¿cómo ve el futuro de esta industria? Veo un futuro muy brillante... si conseguimos retener el talento en Portugal. Creo que la industria metalúrgica portuguesa es muy resistente. No tengo ninguna duda de que somos técnicamente mejores que el 99% de los países que tienen una industria metalúrgica. Ahora tenemos que dar a la gente las condiciones que necesitan para llevar una vida decente. Tenemos que crear esas condiciones. Si lo hacemos, tendremos todos los ingredientes necesarios para crecer. n “AMOB sigue siendo una empresa familiar, lo que, en mi opinión, tiene la gran ventaja de permitirnos tomar decisiones más fácilmente, basadas no sólo en los números sino también en el instinto” C M Y CM MY CY CMY K

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