ENTREVISTA 23 Su llegada fue un poco por ‘accidente’ ya que Carlos Lorenzana renunció al poco de ostentar al cargo… ¿Cómo fue esta incorporación inesperada? Pues lo cierto es que no contaba con acabar presidiendo el clúster pero, por suerte, la dirección es muy coral y cuento con la ayuda de la Cluster Manager, del equipo del clúster, de todos los miembros de la junta y de José Antonio Calero en particular, que había sido ya presidente, con mucha experiencia en el clúster y al que le puedo consultar todas las dudas. Cuando nació el Cluster MAV, la idea era agrupar empresas de muy diferentes sectores, pero con un factor común: la especialización en materiales avanzados. ¿Sigue así? Sí, totalmente. El clúster MAV sigue buscando aglutinar empresas que aporten valor añadido a los materiales. Hoy formamos parte del clúster empresas del mundo de los polímeros, de cerámicas, del metal, de biomateriales y tejidos, junto a centros tecnológicos y universidades. En el caso de la empresa que represento, Lubrizol, fabricamos un polímero, el poliuretano termoplástico, cuyas características técnicas lo hacen especialmente indicado para aplicaciones de alto valor añadido. Hablando de empresas y universidades…en la última edición del Dia del MAV, algunos de los presentes alertaban de las dificultades de la colaboración entre instituciones públicas y empresa privada…. Son casos concretos… porque nosotros, como clúster, tenemos proyectos colaborativos en los que participan tanto empresas como centros de I+D y universidades. Además, debo decir que los propios centros de investigación tienen mucho interés en participar en proyectos empresariales. Lo que sí es cierto es que los tiempos y la burocracia entre empresa privada y pública son muy distintos. También debo decir que los proyectos colaborativos son muy positivos para pequeñas y medianas empresas. Me explico: con las grandes empresas, la financiación que pueden recibir normalmente es menor y disponen de más recursos para la investigación propia. En cambio, las pequeñas y medianas empresas tienen menos recursos para la investigación y los proyectos les permiten hacer investigación propia o con centros externos que, sin ayuda, no podrían llevar a cabo. El Clúster MAV organiza diferentes jornadas a lo largo del año sobre temas de interés que ayudan al conocimiento entre empresas y les aportan valor. En la imagen, el Día del MAV celebrado en diciembre del año pasado, dedicado a innovación colaborativa.
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