Metalmecánica 347

55 EMPRESAS en lo que a máquina-herramienta se refiere, no es muy optimista y se prevé una mayor ralentización. Ahora bien, dentro del grupo, DMG MORI Ibérica puede presumir de situarse en la media, con algunas delegaciones en peores índices, especialmente gracias al mercado español, mientras que Portugal desde hace años el ritmo de ventas se ha visto reducido de manera muy importante. “Hoy las empresas portuguesas tienen una capacidad muy elevada de producción y no necesitan de maquinaria nueva. En cambio, en España, los índices se mantienen relativamente estables”. En cuanto a clientes, la automoción es un sector cliente importante para DMG MORI por su gran presencia en el mercado, pero también ha ganado mucho peso la aeronáutica y la energía. Y ello compitiendo en un mercado de pymes y micropymes, algo que el Grupo quiere ampliar: “la estrategia es entrar también en grandes empresas y proyectos, algo a lo que nos adaptamos poco a poco y, hoy, vendiendo algo más de la mitad que en el 2017, llegamos a los mismos números de facturación.”, admite Gatell, añadiendo que “nos queremos especializar en proyectos llave en mano, personalización de máquinas, soluciones de valor añadido, que es hacia donde se dirige la estrategia del Grupo”. Del mismo modo, están también haciendo sus pinitos en la fabricación aditiva. “En DMG MORI Ibérica somos especialistas en mecanizado de 5 ejes, y es la tecnología que queremos aportar a las grandes empresas. Es el target de cliente al que podemos aportarles una larga experiencia, siendo pioneros en las máquinas de mecanizado con torneado integrado”. Situado entre la primera y la segunda posición del mundo como fabricante de máquinas-herramienta en cuanto a facturación, DMG MORI tiene una capacidad de producción de 12.000 máquinas al año, de las cuales 40% son producidas por DMG MORI CO y el otro 60% restante, en DMG MORI AG. Actualmente, la compañía tiene plantas de producción en diferentes países y la delegación de la Península Ibérica se provee de las situadas en Alemania, Italia, Polonia, Japón y, a partir de ahora, de unidades procedentes de la planta de China, que irán marcadas con una C como identificador del país. “Son máquinas que se montan en China, pero todos los componentes vienen de Japón”, puntualiza Gatell, “pero serán máquinas con la misma calidad, pero a precios más competitivas”. Algo en que DMG MORI ponen especial énfasis, “buscan la más alta calidad en todos sus productos, no permiten que algo no funcione. Y por ello nos está exigiendo ampliar y consolidar el departamento técnico, para mejorar aún más la atención al cliente. Y si podemos presumir de algo es en el servicio de recambios. No hay empresa que dé el servicio tan rápido: podemos tener precios más elevados, pero en 24 horas el cliente lo tiene en su empresa, con stock del 95% de piezas que conforman las máquinas DMG MORI e incluso suministrando recambios y dando servicio a máquinas con más de 25 años”. Asimismo, un campo en el que crecer es en la venta mediante la financiera propia. Algo que es muy habitual en Gran Bretaña, en la Península todavía es residual, tal como lo admite Gatell. “Su modalidad de venta es en base a una cuota mensual, sin entrar en precio final… sino que el cliente se plantea lo que facturará con la máquina, pero valora que el riesgo es cero para él y, además, le permite cambiarla en 5-6 años por un modelo superior, también con una cuota al mes. En DMG MORI Ibérica el 25% de nuestras ventas en con esta modalidad, mientras que, en Gran Bretaña, hasta el 90%”. Para Gatell, sería una buena oportunidad para que empresas a las que les frena hacer la inversión de compra pudieran acceder a máquinas de última generación y mejorar ostensiblemente su productividad. “Hay empresas que tienen máquinas que, ciertamente funcionan muy bien, pero, obviamente, jamás como el primer día o con el rendimiento de los modelos más actuales. Y el concepto de Machining Tranformation es, precisamente, potenciar este cambio. Hoy vemos en empresas que para una pieza pueden llegar a darse seis procesos, que dependen de que el operario la mueva por el centro de producción… cuando hay medios para realizar esta misma pieza en una sola máquina y sin moverla”. Y añade: “¡Claro que hay que invertir! Pero es que las empresas no pueden dejar de invertir e innovar, si no, es su muerte”, concluye. n

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