METALMECÁNICA 346

41 MATERIALES es ayudar a las empresas a continuar creciendo, llegar donde no llegan”. Otro objetivo es “incentivar a las empresas para forjar alianzas, proporcionándoles las ocasiones y los entornos adecuados”, además de “generar confianza para comenzar a cooperar para construir y generar más comunidad, red entre todos los socios”. En este sentido, apuntó que el primero que deben hacer los clústeres es ayudar a las empresas a definir los puntos de partida mediante un análisis desde la segmentación de la cadena de valor para focalizar los esfuerzos en cada ámbito, así como un análisis de competencias personales para trabajarlas conjuntamente con la administración y un análisis del nivel de adopción tecnológica de las empresas para acompañarlas en el proceso de transformación digital. Así, apuntó que se trata de “tener la capacidad de influir en las políticas de promoción económica de la industria” hasta el punto que los estudios del clúster sean utilizados por los gobiernos para orientar sus políticas de transformación digital de la industria. Natal repasó también algunos de los proyectos en los que Metaindustry4 ha estado participando, como uno para el reaprovechamiento de los restos de la producción de la sidra para obtener polímeros aptos para la impresión 3D; o el desarrollo de estructuras metálicas inteligentes mediante la impresión digital. LA INNOVACIÓN HACE AVANZAR INDUSTRIA Y PAÍS Durante la mesa redonda, moderara por Irene Garcia Cano, vicedecana de Investigación y Transferencia de la Facultat de Química de la UB y directora del Centro de Proyección Térmica (CPT), puso especial énfasis en la palabra transferencia, manifestando que “la innovación es aquello que hace avanzar una sociedad y un país”. En el debate participaron todos los ponentes anteriores y se centró en la colaboración, la innovación y la interrelación entre ellas. Así, Borrós, del IQS, defendió que “con colaboración se llega más lejos pero no por eso garantiza la innovación”, mientras que Gascons, de Compoxi, argumentaba que, aunque “sin colaboración puede haber innovación, no es tan eficiente en cuanto a recursos y riesgos”. Natal por su parte concluía que “sin colaboración hay innovación, pero más lenta, más limitada y más costosa”. Y sentenció que “debemos analizar si nos vale la pena innovar sin colaborar, cuando podemos tener una visión mayor y acelerar estos procesos”. Durante el debate también reflexionaron sobre conceptos como la relación entre innovación y crecimiento, futuro o supervivencia. García Cano aseguró que “el clúster es un instrumento excelente para poner en relación el mundo del conocimiento, el I+d y la aplicación práctica” y que, en este contexto, hay que verlos como “un instrumento que funciona y puede y debe ir a más”. Por parte de los asistentes, se apuntaron dudas acerca de la gestión de la propiedad intelectual y las patentes, se expusieron los pasos a seguir por parte de empresas ajenas a un clúster a sus asociados y se definió el estado actual de la relación entre administración y centros universitarios, con caso especial para los centros tecnológicos que se encuentran la mayoría de las veces en un camino intermedio. La jornada Día del MAV incluyó una actividad de Business Speed Dating en el que los asistentes pueden explorar posibles colaboraciones y finalizó con un almuerzo de networking. n En la mesa redonda se repasaron algunas de los principales escollos con los que se encuentran tanto empresas como universidades, por motivos diferentes, a la hora de colaborar e innovar.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx