28 JORNADAS MÁS DE 80 PERSONAS DE 45 EMPRESAS PARTICIPARON EN LA JORNADA ORGANIZADA POR ASAMMET EN BARCELONA EL METAL DURO REIVINDICA SU PAPEL COMO MATERIAL DE FUTURO A finales de septiembre Asammet, la Asociación de Amigos de la Metalurgia, organizó en la sala de Actos de la Facultad de Matemáticas y Estadística de la UPC – Universitat Politècnica de Catalunya, una nueva jornada sobre metal duro. Con la participación de unas 45 empresas, congregó más de 80 personas que acudieron al acto para conocer de primera mano el pasado y el futuro de este material. Pasado, porque justo este año cumple su centenario, y futuro porque desde las diferentes mesas redondas se dejó claro que el metal duro no tiene, aún, un competidor claro que lo pueda relevar. Esther Güell El primero en intervenir fue Luis M. Llanes, catedrático de Ciencia e Ingeniería de Materiales en el CIEFMA, Centro de Integridad Estructural, Fiabilidad y Micromecánica de los Materiales, de la Universitat Politècnica de Catalunya – UPC. Llanes repasó los ‘100 años de metal duro’ incidiendo no sólo en cómo se gestó este ‘nuevo’ material sino también en la complejidad de encontrar otros elementos que, unidos, funcionen tan bien como los dos que conforman el metal duro: el carburo de tungsteno en polvo y el cobalto, que actúa de aglutinante para, una vez sinterizados, convertirse en el metal duro que todos conocemos. Dos materiales combinan a la perfección sus propiedades de dureza y tenacidad. “Si alguna vez queremos sustituirlos, tendremos trabajo en encontrar una combinación igual de eficaz y, a la vez, versátil y que permita tantas combinaciones”. En este sentido, expuso algún trabajo realizado en este sentido… y también la necesidad de lograr un metal duro con alta tolerancia al daño. Es decir, capaz de mantener las mismas propiedades de fábrica incluso tras algún golpe. “Y es que no es lo mismo el metal duro aplicado en piezas para trabajos minería, donde hay mucho impacto, que en torneado, donde el reto es la resistencia al desgaste”. Otros retos actuales en los que trabajan los centros de investigación son mejorar su capacidad de resistencia a la corrosión, al choque térmico o la texturización superficial, para lo que “existen múltiples combinaciones de materiales y recubrimientos”. En defiLa jornada atrajo la atención de más de 80 personas, representantes de unas 45 empresas relevantes del sector del metal y el mundo del mecanizado.
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