INDUSTRIA METALMECÁNICA 331

PUBLIRREPORTAJE 103 Nacida como Especialidades Mecánicas J. Jou en 1947, el actual Grupo Spirogear ha pasado por diversas épocas hasta convertirse en lo que es actualmente, un grupo formado por una empresa especializada en la fabricación de engranajes cónicos espirales y cilíndricos y otra empresa fabricante de máquina-herramienta. Y es que con el tiempo pasaron de producir las piezas a, también, los equipos necesarios para ello, mejorando y adaptando las máquinas a las necesidades específicas de la casa. Cumplidos 10 años de la empresa, la firma pasó a llamarse Engranajes Spiroide, S.A. y, poco después, en 1963, Spiroide J.M.JOU. 20 años después la empresa se dividió en dos unidades diferenciadas, entre Engranajes Especiales, S.A. y Tecnospiro, S.A. El actual Grupo Spirogear, S.L. es, actualmente, la empresa que comprende ambas firmas. Todo ello tiene su origen, sin embargo, en un modesto taller fundado en el centro de Manresa hace 75 años, por Josep M Jou, quién además de aficionado a la técnica, tenía conocimientos de mecánica gracias a su trabajo con el padre, dedicado a la producción de calzado. El pequeño local, de 60 m2, comenzó con un torno, un taladro y una amoladora. Allí producía recambios para maquinaria del sector textil, algunos engranajes y piezas para el sector. Pero en una época, la posguerra, en que todo estaba por hacer y fabricar, había talleres por doquier —muchos de aprendices salidos del taller de Jou… que incluso llegaron a llamarlo ‘tallerescuela’ por los muchos operarios que salieron formados de allí— por lo que el fundador buscó ofrecer valor añadido y diferenciarse de la competencia. El resultado fue un mecanismo que, adaptado a una fresadora, permitía cortar cónico espiral, con múltiples ventajas respecto de la cónica recta. Hacia los años 50, conoció a Josep Riera, de Barcelona, director comercial de una empresa fabricante de engranajes, interesado en los avances técnicos de Jou, creando la sociedad Engranajes Spiroide S.A. en 1953. Tras el acuerdo se abrió un taller en Barcelona. El acuerdo finalizó en 1963, dividiéndose la sociedad entre el taller de Barcelona —bajo el nombre Engranajes Spiroide S.A. y que con el tiempo cerró— y la empresa de Manresa, Spiroide Josep Ma. Jou, que siguió su trayectoria con éxito. Fruto de ello, en 1967 se trasladaron a la Avenida Pirelli de Manresa, invirtiendo en maquinaria nueva y ampliando los sectores cliente. Así, en 1974 incorporaron las primeras máquinas de rectificado de engranajes cilíndricos, ofreciendo aún más precisión. Josep Jou junto la Minor, fue la primera máquina para el corte cónico espiral, diseñada y fabricada en las instalaciones de Spiroide por su padre, Josep Maria Jou i Perarnau en 1958. La evolución de la empresa y del propio mercado y las tensiones sociales los llevó a dividir la empresa en dos sociedades en 1983: Tecnospiro, S.A. y Engranajes Especiales, S.A. Bajo la firma Tecnospiro, en 1987, Ramon Jou, uno de los dos hijos del fundador, mejoró técnicamente una roscadora de un fabricante extranjero, comercializándola con éxito. El siguiente paso fue incorporar una innovación cuyo hito ha sido el primero de muchos otros posteriores: el monobrazo. Bajo el nombre de Roscamat, Tecnospiro lanzó al mercado la primera roscadora con estructura monobrazo, lo que simplificaba enormemente su uso. La aceptación por parte del mercado fue total, pasando por delante de toda la competencia nacional e internacional.

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