88 EFICIENCIA ENERGÉTICA han desaprovechado estas ventajas, y en los últimos años las aplicaciones de recuperación de calor tanto para calefacción de espacios como para calentamiento de agua con fines de confort de las personas (calentamiento de instalaciones) se han ido haciendo cada vez más populares. En estos casos, el calor se emplea como fuente de calentamiento adicional, lo que, a su vez, reduce el uso de las calderas tradicionales con combustibles fósiles y, por tanto, se reducen los costes de combustible para calefacción y las emisiones de carbono. Cuando el calor recuperado se utiliza para calentar agua, la eficiencia que vemos es superior al 85% y aumenta hasta el 96% en operaciones totalmente optimizadas. Por su parte, en la calefacción de espacios (calentamiento del aire), puede lograrse una eficiencia de entre el 60 y el 70%. Con estos resultados, las empresas suelen disfrutar de un rápido retorno de la inversión, en un plazo de uno a tres años. Por tanto, aunque se obtienen beneficios independientemente del tamaño, el sector o los factores operativos de los procesos, aún puede ganar mucho si recupera y reutiliza el calor de su sistema de aire comprimido. Entonces, ¿por qué la implantación es tan lenta? APLICACIÓN DE LA TECNOLOGÍA En muchas pequeñas y medianas empresas, sencillamente la recuperación de calor no ha sido una prioridad. Habitualmente, y con razón, las principales prioridades son la capacidad, la fiabilidad, la eficiencia energética y, luego, la recuperación de calor... muy muy por detrás del resto. En estos momentos, contemplamos un movimiento de cambio en los procesos industriales. Las presiones legislativas y políticas fuerzan a compromisos necesarios para lograr eficiencia energética. Las expectativas de los consumidores de conseguir productos sostenibles amplían el largo brazo de la trazabilidad y la responsabilidad de la cadena de suministro a la mejora de la eficiencia. Y, por último y más importante, el conocimiento y los sistemas para la recuperación de calor se están generalizando y abaratando. La industria del aire comprimido ha realizado grandes avances en la mejora de la capacidad, la fiabilidad y la eficiencia energética de los sistemas de aire comprimido, abordando estas prioridades para operaciones de todos los tamaños. Y mientras el ritmo de las innovaciones avanza sin cesar, ELGi está sacando al mercado sistemas de recuperación de calor para ‘conectar y usar’ a precios muy competitivos. En combinación con un mayor enfoque operativo sobre las auditorías de la energía y la conformidad del rendimiento de los sistemas con los estándares sobre gestión energética (como la norma ISO 50001), las pequeñas y medianas empresas pueden aprovechar los beneficios de la recuperación de calor con más facilidad que nunca. LOS NÚMEROS NO ENGAÑAN Existen herramientas y tecnologías disponibles para que empresas de todos los tamaños se puedan beneficiar de la recuperación de calor. Un elevado retorno de la inversión supone ahorros de costes inmediatos y, lo que es más importante, reducciones de las emisiones de carbono para ayudarle a reducir la huella de carbono neta de la empresa. Implantar la recuperación de calor no solo es lo que hay que hacer para el futuro de nuestro planeta, sino que también es una buena práctica empresarial. Las pequeñas y medianas empresas cuentan ya con herramientas y oportunidades para adelantarse a cualquier cambio legislativo, para satisfacer las demandas de sus clientes (y de los clientes de sus clientes) de una mejora en la sostenibilidad y, en último término, para mejorar sus interminables objetivos de productividad. Además de toda esta fuente de energía gratuita potencial, deben tenerse en cuenta otros aspectos importantes. Por ejemplo, disponer de una instalación de aire comprimido del tamaño adecuado, incluida la propia sala de los compresores, así como su ubicación hasta el punto de uso (donde se necesita el aire comprimido). Así pues, el objetivo final es recuperar calor de un sistema con el tamaño adecuado que esté situado lo más cerca posible del punto de uso. Para ayudarle a lograrlo, siempre puede confiar en la colaboración entre su empresa de servicios energéticos y su experto local en aire comprimido, pero si este artículo no es tan claro como debería, no se fíe de mis palabras. La Comisión Europea también ha dicho: “Mejorar la eficiencia energética en los procesos industriales puede dar lugar a un ahorro sustancial de energía primaria, a la descarbonización del suministro energético y a la consiguiente reducción de las emisiones de CO2. Reducir el coste energético también posibilitará una mayor competitividad”. n Imagen del interior de los equipos ELGI. [1] https://cordis.europa.eu/article/id/422033-waste-heat-valorisation
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