207 Por esta razón, el sector industrial se convierte en estratégico para el correcto desarrollo de la labor de gestión de Sigaus y es tan importante estar presente en las citas y eventos en los que sus profesionales y empresas se reúnen. Porque, en materia de protección ambiental frente a un residuo tan peligroso como el lubricante usado, la comunicación y sensibilización es, en gran media, tan importante como la propia gestión y se convierte en clave a la hora de concienciar, no sólo a éste y todos los sectores afectados por el uso de este producto, y la generación de su residuo, sino también a la sociedad en general. Encuentros como la Bienal Internacional de la Máquina Herramienta (BIEMH), que se celebra cada dos años en el Bilbao Exhibition Centre, son, sin duda, plataformas fundamentales para conseguirlo. Esta gran cita del mundo industrial, que además no pudo celebrarse en su anterior edición de 2020, permite a Sigaus entrar en contacto directo con los principales representantes del sector que pasarán por este encuentro de referencia, la tercera feria más importante de Europa en su especialidad, y para ello la entidad contará con un stand informativo ‘ad hoc’ desde el que informará a profesionales y empresas de su labor y del importante papel que ellos desempeñan para el buen funcionamiento del sistema. LAS TALADRINAS, OTRO TIPO DE ACEITE LUBRICANTE El uso de las taladrinas y la gestión de su residuo será otro de los aspectos destacados, tanto en la feria como en lo que se refiere a la labor de divulgación de Sigaus, debido al importante consumo que hacen de éstas las industrias del sector metalúrgico, al emplearlas como fluidos para la lubricación y refrigeración en algunas de sus operaciones más frecuentes, como en la modalidad de corte, moldeado y tratamiento mecánico de metales. Se trata de emulsiones de aceite y agua que se utilizan en los procesos donde existe un contacto directo entre la pieza que se moldea o transforma y la herramienta utilizada para ello, optimizando las condiciones físicoquímicas de la zona de contacto entre metales y reduciendo la fricción para así facilitar el acabado de la superficie metálica y alargar la vida útil de la herramienta. La taladrina también previene el sobrecalentamiento de las piezas y la maquinaria, evacúa la viruta resultante y evita el óxido. Sin embargo, con su utilización y el estrés mecánico al que se someten, van reduciéndose su rendimiento y contaminándose con agentes externos como aceites y grasas, partículas sólidas metálicas, microorganismos o polvo ambiental. Esto convierte a las taladrinas, una vez agotadas, en residuos altamente contaminantes, tanto para el medio ambiente como para los operarios que las manejan, ya que pueden contener metales pesados, biocidas, gérmenes nocivos y sustancias en descomposición, por lo que la normativa europea y española las considera como residuo peligroso, obligando a la industria a gestionar su residuo. Al tratarse de un aceite usado fuera de especificaciones, por su porcentaje de agua y sedimentos, su tratamiento implica un tratamiento complejo y muy costoso, por lo que no puede realizarse en condiciones de gratuidad. Las taladrinas deben pasar por un pretratamiento de la emulsión antes de poder gestionar el aceite que contienen a través de la planta de tratamiento. n Las taladrinas, emulsiones de aceite y agua, será otro de los aspectos destacados, tanto en la feria como en lo que se refiere a la labor de divulgación de Sigaus. Stand de Sigaus en la última edición, en 2018, de BIEMH.
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