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75 SOFTWARE DE CAM Manubens apunta que, desde su creación, GAZC ha incrementado su facturación desde los seis millones logrados de 1998 a los 65 de 2019 (con una plantilla que hace dos años estaba integrada por 472 empleados). El de 2019 fue el último ejercicio que puede ser calificado de normal, puesto que —como todos sabemos— la pandemia limitó los desplazamientos, particu- larmente los realizados en avión, provocando una profunda contracción de la actividad en el sector aeronáu- tico mundial. No obstante, señala el Chief Commercial Officer de GAZC, la demanda de aviones “está volviendo a coger velocidad, en particular la de aviones destinados a trayectos medios”. LA ESPECIALIZACIÓN, BASE DEL ÉXITO GAZC está especializada en la fabri- cación de piezas cilíndricas y cúbicas que se incorporan a las alas y la cola de los aviones ensamblados por sus clientes. Huerta de Mora explica que “de ambos tipos fabricamos desde piezas muy sencillas a muy comple- jas” y añade que la empresa también elabora cuerpos hidráulicos. Manubens apunta que “en piezas cúbi- cas hay un mayor abanico de tipos y materiales. Trabajamos sobre todo con aluminio, titanio, acero y materiales no metálicos. En cuanto al diseño de las piezas, es propiedad de nuestros clien- tes, que se encargan de su desarrollo. Nosotros, en base a ese diseño y a sus Las instalaciones de GAZC en Getafe dan una idea de la capacidad de producción de la compañía especializada en el sector aeronáutico. A la izq., Eduardo Manubens, Chief Commercial Officer en GAZC. A la dcha., Alberto Huerta de Mora, Production Manager de la compañía. requerimientos técnicos, producimos la pieza, pero siempre siguiendo los requisitos que nos marca cada cliente. Fabricamos piezas tanto para primer equipo como para el ‘aftermarket’, que es un segmento de actividad bastante importante para nuestra empresa, ya que el mantenimiento de los aviones es muy exigente, lo que provoca una rotación de piezas bastante elevada”. Las exigencias de seguridad de la industria aeronáutica obligan a todos los proveedores a trabajar con una exactitud mayúscula. En este sentido, Manubens remarca que “trabajamos con unas tolerancias muy bajas, con- dicionadas por la variabilidad térmica y de humedad” que deben superar las aeronaves durante sus vuelos. La exactitud de las piezas se logra, señala Huerta de Mora, “gracias al personal que trabaja en GAZC, tras largos perio- dos de formación y de adquirir mucha experiencia. Pero por supuesto, es necesario contar con las máquinas y herramientas adecuadas”, en par- ticular las informáticas. El nivel de exigencia en el sector aeronáutico, fundamentalmente las relacionadas con la seguridad, es eleva-

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