Comportamiento del consumidor, prioridades y preferencias En este nuevo artículo de colaboración, Leonora Aixas, experta en el negocio de los productos de consumo y que ha desempeñado funciones de liderazgo en diferentes empresas nacionales e internacionales, además de ser miembro del grupo de trabajo Products of Change, pone el punto de mira en el consumidor, y en sus preferencias y prioridades en cuanto a consumo sostenible. Según la investigación realizada por la agencia Kids Industries en Reino Unido, la preocupación por el cambio climático ha bajado en el ranking de prioridades de las familias, que recientemente muestran estar más preocupadas por el coste de la vida, la seguridad y el aumento del crimen. Asimismo, se observa que la inesperada guerra de Ucrania y sus consecuencias colaterales han sido algunas de las razones de este desafortunado cambio de tendencia. El número 12 de los objetivos globales de sostenibilidad gira en torno a la necesidad de adoptar una producción y consumo responsables. La historia reciente nos indica que el progreso económico y social de los países desarrollados ha ido asociado a la degradación medioambiental que está poniendo en peligro nuestra supervivencia. Por tanto, no cabe duda de que se necesita un cambio del sistema productivo y de los hábitos de consumo. Lamentablemente, no todos los ciudadanos y, por ende, potenciales consumidores, somos conscientes de este hecho. Por tanto, para entender los patrones de consumo, deberemos diferenciar entre el consumidor consciente o sostenible, y el que todavía no lo es. CONSUMIDOR CONSCIENTE O SOSTENIBLE El consumidor consciente lo es, ante todo, porque reconoce que los recursos del planeta son finitos y esa idea se convierte en la base para la transformación de sus patrones de consumo. De lamisma forma, reconoce su fuerza como consumidor. La radiografía del consumidor sostenible nos indica que son personas que han identificado la importancia del problema en el que estamos inmersos, e invierten tiempo, esfuerzo y en algunos casos dinero, en documentarse, con el fin de entender cómo contribuir de forma positiva al cambio y a la transformación hacia la sostenibilidad. Por poner algún ejemplo, comprar productos ecológicos algunas veces es más caro y el reciclaje toma tiempo y esfuerzo adicional, por tanto, incluso las personas que están comprometidas con los objetivos de sostenibilidad pueden sentirse, a veces, poco motivadas para seguir con sus comportamientos positivos. Dado el esfuerzo que se requiere para adoptar un comportamiento responsable ante el consumo, las personas menos comprometidas serán las que con más dificultad acaben adoptando comportamientos respetuosos con el medio ambiente. 88 TENDENCIAS ECO Leonora Aixas, consultora freelance de marketing y licencias.
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