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INFORME ESPECIAL: KIDULTS 72 en cuanto al entretenimiento y a su tiempo libre, los Ki- dults prefieren pasatiempos que impliquen rememorar su infancia con una de las actividades más atemporales que existen: jugar. A parte del provecho que la industria juguetera puede sacar de ello por su afán por comprar juegos y juguetes, también lo están haciendo sectores como los parques de atracciones o el emergente mun- do de los Escape Rooms . A simple vista, los Kidults pa- recen lo que se conoce coloquialmente como “ freaks ” y tendemos a imaginarlos como a Sheldon Cooper ( The Big Bang Theory ), pero son mucho más que un tópico y suponen una gran oportunidad para el sector. Marketing para Kidults: nostalgia y Cultura Pop La melancolía de tener cada vez más lejos la etapa infantil, en la que los Kidults sitúan su época de mayor felicidad, es uno de los motivos por los que este colec- tivo tiende a consumir productos como juegos de mesa, juegos de cartas, figuras, coleccionables o merchandi- sing en la edad adulta. La nostalgia es, por lo tanto, lo que mueve a este consumidor y hace que quiera gas- tarse el dinero en artículos tradicionalmente pensados para el público infantil -aunque cada vez más adaptados a todas las generaciones-. De otro lado, todos los con- tenidos generados por los cómics, series de televisión, películas y videojuegos de su niñez y juventud generan ahora curiosidad a este segmento de consumidores. La Cultura Pop, que nació en los años 80 y en la actualidad vuelve a materializarse en forma de productos innova- dores, es una de sus favoritas, y uno de los motivos que los llevan a comprar juegos y juguetes. Teniendo en cuenta estos datos, una de las mejores fórmulas para llamar la atención de este público es ape- lar a la nostalgia. No hablamos de la inmadurez de estos consumidores, sino del rescate de aspectos de su infan- cia. Recuperar iconos, personajes, símbolos, imágenes e incluso eslóganes del pasado puede ser crucial para captar la atención de estos consumidores, aunque los productos que se les ofrezcan tengan un aire totalmen- te nuevo y estén adaptados también a las tendencias de la actualidad. No obstante, los relanzamientos de productos de su época también son una buena opción, del mismo modo que ocurre en sectores como la moda -con looks retro propios del pasado-, la música -con el retorno del vinilo-, o el cine -con las sagas cinematográ- ficas o los remakes de grandes películas-. De un perfil minoritario a un fenómeno mundial Según un estudio de la Universidad de Pittsburgh, todos pasamos neurológicamente por una etapa de “Kidulthood” (combinación de adolescencia y adultez) entre los 20 y los 25 años, en la que nues- tro cerebro muestra picos de actividad adolescen- te. Sin embargo, el fenómeno Kidult va más allá de esta base científica, y es detectable en determi - nados rasgos de estilo de vida. De hecho, si hoy se ha convertido en un fenómeno es porque cada vez son más las personas que podrían vincularse a este segmento de la población, ya sea por razones socioeconómicas, demográficas o culturales que afectan a la sociedad a nivel mundial. En esta línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) retra- só hace unos años el inicio de la adultez hasta los 25 años de edad, pues la incertidumbre laboral y la dependencia económica de los de los últimos años contribuyeron a tomar esta decisión. Algunos expertos señalan esta situación como el factor que dilata los comportamientos infantiles, los cuales acaban trasladándose a la etapa adulta. n Los Kidults tienen formación académica, un poder adquisitivo medio/alto y el 60% de ellos no tienen hijos

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