Revista LIcencias Actualidad 80

ENTREVISTA 67 es evidente y exitosa, pero a nivel internacional es nece- sario dar pasos más ambiciosos. Cabe resaltar igualmente, que la buena trayectoria que llevábamos en España a lo largo de los últimos años, gracias a los esfuerzos de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado, se ha visto paralizada e incluso está retrocediendo, por la tremenda permisividad de los ayuntamientos de muchas capitales que permiten -lisa y llanamente- el despliegue de los denominados ‘man- teros’, una lacra para la lucha contra la piratería. Esta represión debe combinarse, a su vez, con la edu- cación en centros de formación y en las familias, con información institucional permanente, y con formación específica de los formadores y educadores. También es necesario incidir en la sociedad sobre los perjuicios de consumir productos falsificados o copiados en el mer- cado, no solo por las propias infracciones de propiedad industrial, sino también por la dudosa calidad de estos productos o su origen comercial. A estas fórmulas, habría que añadir otras ‘en positivo’, que faciliten el acceso de los usuarios y consumidores a los bienes de consumo, y que permitan su control y la trazabilidad de la cadena de distribución hasta el mismo consumidor, de manera que este tenga pleno conoci- miento de que lo que se compra es un producto ‘autén- tico’ y se sienta vinculado a la marca en su origen. - ¿Existe algún tipo de estrategia para proteger una propiedad intelectual (licencia) de antemano? ¿Son efectivas? - Antes de decidir emprender acciones reactivas, es aconsejable haber tomado medidas preventivas, es de- cir, haber protegido lo que queremos comercializar de acuerdo con las expectativas estratégicas y comerciales del titular. Hay muchas y variadas formas de proteger los activos inmateriales. A nivel europeo o nacional, tenemos, por supuesto, la protección registral en materia de marcas, diseños, modelos y patentes, y su funcionamiento es efectivo. Al mismo nivel y para creaciones de autor o productos más complejos que combinan varios de los anteriores, disponemos de registros privados, sellos de tiempo, al- gún depósito que corre sobre una cadena de bloques, depósitos notariales, el secreto, etc. Luego, los titulares pueden presentar solicitudes de protección aduanera, a fin de garantizar la vigilancia de productos falsificados o infractores por parte de las administraciones. Final- mente, disponemos de medidas reactivas de carácter jurisdiccional. En materia de propiedad intelectual e industrial, la especialización mercantil en la judicatura ha garantizado una protección más efectiva, aunque es necesario tomar medidas más ambiciosas en materia judicial penal. - ¿Es posible erradicar del todo las falsificaciones y las copias? - Actualmente la erradicación es limitada, únicamente gracias a los mecanismos de cooperación aduanera. Es necesario garantizar una mayor transparencia y efectivi- dad de las administraciones aduaneras y, por supuesto, es imprescindible desincentivar el consumo de produc- tos falsificados. Debemos insistir en suprimir una cultura de consumo pirata por razón de unos precios competi- tivos, pero porque los productos “competidores” no son genuinamente auténticos o de la calidad de los origi- nales. En todo caso, hemos de ser conscientes que la erradicación absoluta de las falsificaciones será impo- sible. Ahora bien, hay que intentar reducir los índices al mínimo posible. - Tendemos a pensar que la culpa es únicamente del falsificador pero, ¿qué parte de culpa tienen los que venden estos productos? - Tanta como los anteriores. El fabricante no vende sin alguien que almacene y distribuya, y este no distribuye si no hay alguien que venda. Todos forman una cadena con culpa concurrente. El vendedor no deja de ser un cooperador necesario en la falsificación, y es plenamente consciente de la in- fracción que comete en la venta de productos falsifica- dos. Las pérdidas de los fabricantes son efectivas por- que existe una perfecta cooperación entre el fabricante, el almacenista, el distribuidor y el vendedor (ya sea am- bulante, en un establecimiento fijo o del “top manta”). En resumen, todos son responsables. - ¿Qué papel juega el consumidor en toda esta proble- mática? - El consumidor debería comenzar a ser responsable, pues la información hace ya años que está disponible, de forma débil y poco clara, pero en todos los medios. Quien adquiere un producto falsificado, debe ser cons- ciente de lo que supone. No solo por el perjuicio que implica para la industria, sino por el perjuicio que le aca- “Hemos de ser conscientes que la erradicación absoluta de las falsificaciones será imposible”

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