Revista LIcencias Actualidad 79

ANÁLISIS DEL LICENSING 88 | www.licencias.com La especialización Hablando con diseñadores del sector, y con otros no vinculados directamente a la licencia, me he dado cuenta de que existe cierto debate sobre si el diseño de licencias es una especialización, o simplemente una opción más (no muy bien valorada) en el camino del profesional. Si bien es cierto que no suele ser la primera opción para un diseñador cuando se plantea su futura carrera, tampoco es el sótano de sus aspira- ciones. Siempre hay dos maneras de hacer un trabajo, bien o mal. Con profesionalidad o sin ella. Y en el caso que nos ocupa, es fácil instalarse en el modo “cómo- do”. Basta con copiar y pegar el material de las guías, sin aportar, sin arriesgar, sin proponer. La aprobación la tienes casi garantizada, pero tu producto carecerá de personalidad, se confundirá con el resto de productos que hayan caído en la misma desidia creativa, o lo que es peor, con aquellos de legalidad cuanto menos, dudosa. Las excusas están ya muy manidas: “Te lo dan todo hecho, al final siempre es lo mismo, al cliente le da igual mientras sea el personaje de moda, etc.”. La rea- lidad es que NO eres un profesional si no te tomas las limitaciones de tu trabajo como un reto. Todas las ra- mas del diseño gráfico comercial tienen limitaciones en mayor o menor medida, la creatividad absoluta es sólo válida para el diseño artístico, libre de responsa- bilidad comercial. Cualquier profesional que haya tra- bajado en una agencia, en una editorial, o en cualquier otro ámbito relacionado con la imagen de un produc- to destinado a un público concreto, sabe que existen siempre unas normas, unos parámetros que se deben respetar para asegurar un mínimo de impacto posi- tivo en el target al que vaya dirigido. En el caso de la licencia, estos parámetros acostumbran a ser más exigentes de lo normal, lo cual precisamente otor- ga un mayor valor al elemento creativo. Estamos de acuerdo en que no recibiremos un premio LAUS con este trabajo, pero una vez superada esta realidad (que se da no solo en licencia, si no en muchas otras ramas del diseño gráfico popularmente mejor valoradas a ni- vel creativo), es momento de reivindicar esta especia- lización como lo que es, una rama más de entre todas las posibilidades que ofrece esta profesión. No un ca- mino de paso, no un indicativo de decadencia creativa, no una salida fácil ante las exigencias de un mercado saturado. Es una especialidad en si misma a la que un profesional del diseño puede dedicar su carrera sin te- ner que sentirse menos valorado que cualquier otro. La importancia del diseño en la licencia Como hemos mencionado antes, la diferenciación de tus diseños frente a la competencia, obviamente tiene un impacto en el mercado. Estamos de acuerdo en que el pri- mer impulso de una compra lo provoca la popularidad del personaje o la necesidad concreta de un producto, pero una vez superada esa primera elección, lo que hará que un cliente escoja tu producto entre la oferta de que dis- pone (dentro de un mismo rango de precios, se entiende), va a ser tu diseño. En la mayoría de los casos, alguien no vinculado al diseño no sabrá decirte por qué le gusta más uno que otro, pero tendrá claro cuál quiere. Lo mismo que pasa con cualquier otra elección teóricamente “no racio- nal”, como el sabor de los refrescos, o el estampado de un vestido, o tantas otras cosas que son “cuestión de gusto”, siempre hay un motivo detrás de esa elección que suele escapar a la lógica del comprador, pero que el diseñador tiene muy claro. Ese es el talento y la importancia de te- ner un buen equipo de diseño en tu empresa. En resumen, con este breve artículo confío en haber esclarecido, aunque sea a grandes rasgos, el misterio de cómo se gesta el diseño de un producto licenciado, y espero también haber colaborado en reivindicar la figura del diseñador gráfico dentro de nuestro sector. Pienso que, sea cual sea tu función dentro del sector, tener una idea más clara de lo que hacen los demás a tu alrededor solo puede ser positivo, no únicamente por una cuestión de empatía, si no por un mayor cono- cimiento del medio en el que te mueves e incluso por la posibilidad que te ofrece ese conocimiento extra de crecer en tus funciones aprovechando las sinergias en- tre diferentes departamentos. n Alfredo Viguer, diseñador gráfico