ENTREVISTA ¿Qué porcentaje de su oferta dedican a productos para el público kidult? ¿Y qué porcentaje de su negocio representan las ventas de estos productos? No podemos aportar datos de venta, pero en la oferta de producto están representando aproximadamente entre un 10 y un 15% del total de la oferta juguetera. ¿Cree que el consumidor kidult puede ayudar a compensar la reducción de la edad del juego en los niños? Si bien no lo va a netear, es seguro que el público kidult ayudará a que la caída sea menor. ¿Cómo valora la situación actual del sector juguetero en España? Es un momento de cierta incertidumbre, estamos ya muy lejos de aquellos años tranquilos y repetitivos que nos hacían pronosticar fácilmente las ventas y el comportamiento de las mismas durante el año. Cada año nos enfrentamos a una situación socioeconómica diferente y la relación entre los países y los acontecimientos en ellos afecta a todos los mercados. El juguete es lo que llamamos una categoría refugio, en años donde el presupuesto es más ajustado es uno de los sectores que menos se resiente por el público destino y la magia de la Navidad, pero sí tiende a una concentración mayor hacia el final de campaña, lo que evidentemente no es el escenario ideal. Llevamos unos años muy duros en el mercado del juguete y este no va a ser menos, sin embargo, tenemos presupuestos positivos y la ilusión por alcanzarlos. El juguete es un mercado muy maduro cuyo comportamiento es cíclico, una vez ajustado, el mantenimiento de las ventas aumentando la ratio de juguete por niño bajo la concienciación de la importancia del juego en la educación, es clave. ¿Cuáles son sus objetivos a corto, medio y largo plazo? Desestacionalizar las ventas es siempre una asignatura pendiente en el mercado del juguete en España. Acciones como el Día del Niño nos tienen que ayudar a ello, pero también debemos trabajar de manera conjunta para fomentar y dar a conocer los valores del juego, entender que no es solo algo lúdico y festivo, sino también educativo es lo que, como país, tenemos pendiente y nos aleja de Europa. No es una cuestión de que solo crezcan categorías como los educativos y las construcciones, es entender que incluso un peluche o una muñeca ayudan a desarrollar el cerebro emocional y son siempre un buen regalo para un niño n 54
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