LG571 - Manutención y Almacenaje

43 INFORME tes de ubicación en los almacenes o viceversa, facilitando a los trabajadores la traslación de cargas pesadas o difícilmente manipulables. En segundo lugar, nos encontramos con robots elevadores de cargas móviles por vacío, también llamados ingrávidos. Estos innovadores robots permiten la elevación semiautomática de cargas de hasta unos 75 kg y resultan especialmente eficaces para la preparación de pedidos al reducir el esfuerzo físico y el tiempo requerido para su paletización. LA ERGONOMÍA COMO SINÓNIMO DE SALUD ENTRE LOS TRABAJADORES Ambas tecnologías ponen en el centro la ergonomía de los trabajadores y buscan reducir los riesgos para su salud asociados a las tareas de carga, descarga y preparación de mercancías que llevan a cabo diariamente. Mediante su uso, no solo se previenen los daños a las personas y los accidentes en los almacenes, sino que también se amplía el abanico de quienes pueden ejercer las labores asociadas al llenado y vaciado de los contenedores mejorando la adaptación del puesto de trabajo a las personas con el apoyo de la tecnología. Si exploramos concretamente cómo los transportadores extensibles motorizados mejoran las condiciones de trabajo de los operarios, veremos que permiten que las cargas se puedan manipular siempre a la altura del tronco y pegadas a este –entre la altura de los codos y los nudillos– de tal manera que se evite la inclinación de la espalda y se reduzca la sobrecarga muscular. Es decir, estas cintas transportadoras eléctricas favorecen la adaptación de la altura de manipulación de mercancías y lo hacen gracias a una plataforma elevadora de la que disponen y sobre la cual se sitúan los trabajadores. También posibilitan la aproximación a los diferentes niveles de carga para ir adaptando la postura desde el acceso del camión hasta el fondo de la caja tractora. Igualmente, ayudan a minimizar el desplazamiento vertical de la carga, ubicando a la misma altura o similar el origen y el destino de la misma, que siempre debe estar comprendida entre la altura de los hombros y la mitad de la pierna. Por su parte, los ingrávidos evitan que sean los propios operarios los que ejerzan el esfuerzo para elevar cargas pesadas, protegiéndoles así frente a las consecuencias de salud que conlleva inclinar la espalda de manera frecuente o manipular, trasladar y arrastrar mercancías de mucho peso. Existiendo tecnologías como los transportadores motorizados extensibles o los ingrávidos –que ayudan tanto a proteger la integridad de los trabajadores como a ofrecer un servicio más eficaz a los clientes–, las empresas del sector logístico tienen la oportunidad de invertir en ellas y avanzar hacia un futuro cada vez más tecnológico, responsable y cuidadoso con sus trabajadores. Invertir en tecnología es invertir en calidad, eficiencia, seguridad y salud. Y es clave hacerlo a tiempo en un sector tan competitivo como es el logístico. n

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