Manutención & Almacenaje - LG562

bajo con los empleados. Ello supone un ahorro de costes en infraestructuras y rediseño de plantas. El hecho de ser colaborativo brinda al cobot grandes ventajas, pero también limitaciones, precisamente, por su cualidad de poder trabajar mano a mano con humanos. Sin embargo, dependiendo de los requerimientos de peso de la carga, un cobot siempre es competitivo frente a un robot de paletizado industrial. “Los proyectos de automatización colaborativa que emprendemos con nuestros distribuidores e integradores siempre empiezan con un estudio de viabilidad caso por caso. Elegir un modelo de robot industrial colaborativo suele ser la decisión correcta cuando necesitamos flexibilidad, optimización del espacio y accesibilidad del equipo instalado. En cuanto a la velocidad, los brazos robóticos ofrecen altas prestaciones, pero si esta es parecida a la que alcanzaría un trabajador humano, la aplicación será más segura y colaborativa”, afirma Moreno. LA EVOLUCIÓN DE LA ROBÓTICA COLABORATIVA La robótica colaborativa sigue evolucionando y, con cada innovación, el sector trabaja para cubrir nuevas brechas y para que los fabricantes lleguen más lejos. Universal Robots ha diseñado el robot colaborativo UR20, con el que se ha ampliado sustancialmente la carga útil (hasta 20 kilos) y el alcance (1.750 mm). Así, el nuevo modelo permite llegar, por ejemplo, a palés Euro estándar y apilarlos a una altura de hasta 2 metros. Un robot colaborativo destaca en tareas repetitivas o tediosas, con poco espacio disponible y en las que hay que asegurar la repetibilidad para evitar interrupciones en el final de línea. Su potencial queda patente, sobre todo, en contextos donde conviven múltiples referencias de producto, ya que se puede reconfigurar de manera intuitiva e, incluso, sustituir su herramienta de final de brazo sin que el resto de la planta productiva se vea alterada. Además, en el caso de Universal Robots, sus cobots están diseñados para trabajar en salas estériles, ya que cuentan con materiales que evitan la acumulación de polvo y suciedad y que facilitan su desinfección. Por otro lado, los cobots de UR también cuentan con la certificación para poder ser instalados en salas blancas clase ISO 5. Un robot colaborativo puede trabajar con todo tipo de cajas, sea cual sea su forma o sus dimensiones, siempre que la carga total (sumándole el peso de la herramienta de final de brazo) no supere los 20 kg (en el caso del modelo UR20). Además, los cobots son capaces de manipular cajas abiertas y retractriladas, y pueden hacer cogidas múltiples, si la aplicación lo requiere. Empresas de todos los sectores y tamaños emplean en la actualidad robots colaborativos, si bien es cierto que donde las ventajas de los cobots resultan más disruptivas es en las EL SOFTWARE DE UNIVERSAL ROBOTS El software de un robot colaborativo debe ser amigable e inteligible para que cualquier trabajador, tras una mínima formación de una sola sesión, pueda desenvolverse con él y convertirse en un agente activo de la automatización de la compañía. “Este componente intuitivo queda excelentemente reflejado en el botón freedrive de la consola de programación de UR. Al pulsarlo, el empleado puede coger el brazo robótico y llevarlo a los distintos puntos de la aplicación para grabar los movimientos”, explica IgnacioMoreno. Es igualmente importante que el software facilite la interconectividad del cobot con sensores, herramientas de final de brazo y maquinaria de la fábrica. “No hay que olvidar que los robots forman parte de un ecosistema y es imprescindible que puedan dialogar con sus demás componentes”, añade el marketing trainee de Universal Robots. 55 INFORME

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx