Manutención&almacenaje_LG550

TRIBUNA DE OPINIÓN Durante la misma, las organizacio- nes han necesitado desarrollar una respuesta rápida para abordar las dis- rupciones y readaptar sus negocios, una tarea que ha puesto a prueba la solidez de sus cadenas de valor y también de su compromiso con la sostenibilidad. Porque, en efecto, uno de los riesgos a los que se enfrentan estas estructu- ras es la vulneración de nuestros Diez Principios mediante prácticas como el trabajo forzoso o la explotación infantil que aún siguen vigentes. Según la OIT, 40,3 millones de personas han estado sometidas a la esclavitud moderna y se calcula que 152 millones de niños y niñas trabajan en todo el mundo. Datos alarmantes que reafirman que las empresas no pueden mirar hacia otro lado en cuanto a lo que acontece en sus cadenas de valor, sino que deben implicarse más en las mismas asegurándose de que se respeten los estándares básicos en derechos humanos y desarrollo sostenible. Desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas en España hemos observado un aumento reciente de la concien- ciación de las empresas al respecto, convirtiéndose el control de la cadena de suministro, poco a poco, en una tendencia más relevante en el ámbito de la sostenibilidad empresarial. De hecho, según nuestra consulta a más de 1900 empresas, ya un 30% de las empresas españolas dispone de un código de conducta a proveedores, porcentaje que aumenta hasta un 57% en el caso de las grandes empresas. Para alentarlas a incrementar sus esfuerzos en este sentido y conver- tir esta tendencia en un estándar entre el tejido empresarial, hemos incluido en nuestro paper una guía sobre cómo gestionar la cadena de suministro de manera responsable. Ésta está basada en los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas, un marco de referencia para gestionar los impactos empresariales en el ámbito de los derechos humanos que además celebra este 2021 su décimo aniver- sario. El resultado: un proceso de tres fases diferenciadas que va desde la creación de una declaración por el respeto de los derechos humanos hasta el establecimiento de meca- nismos de reclamación pasando por la identificación, mitigación y pre- vención de los potenciales impactos de la empresa sobre los derechos humanos a través de un proceso de debida diligencia. “La gestión responsable de la cadena de suministro situará al sector empresarial un paso por delante de las demandas y desafíos del futuro” Si bien es cierto que este proceso requiere un trabajo y esfuerzo elevado por parte de la compañía, también hay que poner en valor todas las opor- tunidades que el mismo reportaría. Entre ellas se encuentra, además de la mitigación de riesgos, la aporta- ción de valor a un consumidor cada vez más informado y preocupado por consumir de forma sostenible, la adaptación a nuevas normativas en la materia que puedan surgir o el hecho de conseguir una mayor efi- ciencia en los procesos y una mayor resiliencia de la empresa. En definitiva, la gestión responsable de la cadena de suministro situará al sector empresarial un paso por delante de las demandas y desa- fíos del futuro. Una ventaja que, sin duda, puede servir como argumento de peso para aquellos que todavía no han decidido aventurarse en este camino hacia la confección de una cadena de valor sostenible. Nos encontramos en un momento de transformación en el que no pode- mos conformarnos con simplemente reconstruir lo que ya teníamos, sino que debemos apostar por un futuro mejor. En él, las empresas tienenmucho que decir y que hacer. Su compro- miso es fundamental para conseguir las metas marcadas y virar hacia un sistema productivo más resiliente, orientado a la generación de bene- ficios que contemplen las variables medioambiental, social y humana. Y este compromiso debe darse de un modo holístico. Ya no sirven medias tintas ni acciones de responsabilidad social aisladas. Debemos de integrar la sostenibilidad en el core de la estra- tegia empresarial, haciendo que ésta permee en todas las estructuras, inter- nas y externas, de la compañía. De este modo, con un sector empre- sarial plenamente comprometido, con cadenas de suministro cien por cien sostenibles, podremos alcanzar nuestro propósito de un mundo más soste- nible, justo y resiliente. Podremos, en efecto, cumplir con la Agenda 2030. n 25

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