JW97 - Jobwear
39 PASADO Y PRESENTE las tareas de proximidad: el caucho. Con este producto se confeccionaron impermeables lo suficientemente lar- gos para impedir que el agua entrara en las botas, sin embargo, los gabanes largos hechos de cuero protegían con más eficacia de las llamas. La transformación también llegó al cal- zado. Las botas de cuero que llegaban hasta las rodillas entraron en desuso y fueron reemplazadas por botas de hule; en algunas compañías eran largas hasta llegar a las caderas, muy pare- cidas a las actuales. Sin embargo, los gabanes largos hechos de cuero pro- tegían con más eficacia de las llamas. No fue hasta muy avanzado el siglo XX cuando se aplicaron en el atuendo de los bomberos materiales realmente efectivos para su protección. CUANDO DEL PELIGRO SURGE LA INNOVACIÓN La uniformidad de los bomberos varía de acuerdo a los cometidos que deban realizar, en especial las labores de rescate. La ropa de protección actual se confec- ciona con materiales impermeables. En el caso de que el agua se filtre, el peso del traje resulta aumenta. Al equipo de seguridad hay que sumarle también el tanque de oxígeno. Una indumentaria protectora debe pro- teger al bombero en los contactos con materiales químicos o radioactivos. Al mismo tiempo, supone una prevención contra las posibles heridas producidas por escombros y de caídas de objetos pesados en cabeza y cuerpo. De acuerdo con las normativas vigen- tes, cada pieza del vestuario debe de estar identificada con nombre, talla y materias de fabricación de esta. Datos imprescindibles en un trabajo de riesgo. Las partes que componen el vestuario de protección individual son: casco protector para resguardar de lesio- nes la cabeza; visor para proteger los ojos de cualquier sustancia nociva y del polvo; protector del cuello, indis- pensable para resguardar la nuca de sustancias tóxicas para la piel; cha- queta: una de las principales barreras contra el fuego y las altas tempera- turas gracias a múltiples capas que mantienen la temperatura corporal normalizada y resiste las llamas; botas que permiten al rescatista a recorrer zonas abruptas, resisten al contacto con líquidos tóxicos y resisten en caso de pisar materia cortante; guantes: flexibles, anticorte, antillamas y con máxima resistencia. UN PASO DECISIVO: EL TEJIDO IGNÍFUGO Sin duda, la protección salva muchas vidas, por lo que la indumentaria de un bombero ha de cumplir tajante- mente con la normativa. Actualmente, además de protección, se exige que las partes componentes del equipo sean ergonómicas, confor- tables y ligeras. Estas prestaciones son irrenunciables en las tareas de intervención. No hay que olvidar que un bombero se expone a tempera- turas superiores a los mil grados. En el curso de la evolución en la protección de la indumentaria, los tejidos ignífugos marcan un antes y un después. LOS SENSORES QUE SALVAN VIDAS En la actualidad, es posible contro- lar el estado físico de los bomberos y detectar los peligros del entorno mediante sensores: una monitoriza- ción en tiempo real a las brigadas de bomberos en el curso de su actuación en un incendio. La tecnología del sensor térmico actúa dentro de las capas del tejido de las prendas y controla la temperatura de quien la viste al mismo tiempo que la del entorno. La uniformidad de los bomberos varía de acuerdo a los cometidos que deban realizar, en especial las labores de rescate. La indumentaria de un bombero ha de cumplir tajantemente con la normativa. Las nuevas tecnologías forman parte del día a día de los bomberos.
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