Los materiales fluidos integrados en la ropa de los bomberos absorben los HAP como una esponja, y los sensores eléctricos registran la contaminación sobre el terreno. Foto: Veritas Medien GmbH/Blaulichtkanal. LA ACUMULACIÓN DE HAP A LO LARGO DE TODA UNA VIDA LABORAL AUMENTA EL RIESGO DE CÁNCER “En un solo trabajo, pueden ser sólo unos pocos microgramos de HAP los que llegan a la piel a través de las aberturas del traje de protección”, explica Felix Spranger, director de Grupo de Filtración de Gases y Partículas de Fraunhofer IWS. “El aspecto traicionero de los HAP es que pueden seguir acumulándose en el cuerpo de los bomberos durante toda su vida laboral”. Estudios realizados en Alemania y EE. UU.[2] han demostrado una mayor incidencia del cáncer en este grupo ocupacional. “Por lo tanto, era importante encontrar soluciones que incorporaran nuevos enfoques tecnológicos, como los textiles inteligentes". Con este fin, Fraunhofer IWS unió fuerzas con otros cuatro socios en 2020 para formar el proyecto ‘3D-Funktionsvliesstoffe mit integrierter Gassensorik für die Schutzbekleidung von Einsatzkräften’ (3D-PAKtex, No tejidos funcionales 3D con tecnología de sensor de gas integrado para la ropa de protección del personal de emergencias). Para proteger en el futuro a los bomberos de los HAP nocivos de los gases de combustión y los remolinos de hollín de las casas en llamas, los socios colaboradores persiguieron un concepto doble: por un lado, se centraron en el desarrollo de nuevos filtros basados en vellón y, por otro, en un concepto de sensor para supervisar su funcionalidad. FORROS POLARES DE CARBÓN ACTIVADO FILTRAN MOLÉCULAS ANULARES DE LOS GASES DE COMBUSTIÓN Fraunhofer IWS identificó en primer lugar carbones activados porosos adecuados que fijan especialmente bien los HAP. El socio del proyecto Norafin fijó estos adsorbentes con aglutinantes especiales en telas no tejidas optimizadas para aplicaciones contra incendios. El socio de Norafin, S-GARD, integró los nuevos no tejidos adicionales en un traje de demostración. El fabricante añadió pequeños bolsillos de cierre en las aberturas de I+D 37 las mangas, la cintura y otros puntos que pueden alojar los nuevos filtros adicionales mediante botones de presión en aquellos puntos en los que, en el peor de los casos, los gases de humo podrían entrar en el traje a pesar de todo el aislamiento. Si los gases de humo pasan por estos puntos, el polar retiene las toxinas. Además, JLM Innovation, otro socio del proyecto, equipó los nuevos polares filtrantes con sensores de control específicamente diseñados y basados en la espectroscopia de fluorescencia. Estos miniespectrómetros emiten luz ultravioleta de una longitud de onda definida con precisión. Cuando estos rayos UV inciden sobre los HAP, las moléculas anulares absorben primero su energía y devuelven después otros rayos UV con una longitud de onda ligeramente distinta. Los sensores miden la luz devuelta: cuanto más intensa, mayor es la concentración de HAP en el vellón. Una unidad de control electrónica en el bolsillo del pecho del bombero evalúa estos datos y los envía a un teléfono inteligente a través de Bluetooth. ATS Elektronik se encargó del desarrollo y la implementación del software correspondiente. Permite a los rescatadores ver en tiempo real cómo se están llenando sus filtros de HAP y cuándo es necesario sustituirlos.
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