13 FABRICANTES damos en ese proceso madurativo de cómo se va a confeccionar su uniforme; permanecemos a su lado desde el principio del viaje hacia la prenda idónea, señala Javier. De hecho, el eslogan de la empresa es ‘El vestuario que nace de tu inspiración’ porque los clientes de Miguélez pueden implicarse para llevar a término el vestuario laboral que tienen en mente, junto con la asesoría de profesionales y de este modo alcanzar un carácter distintivo de su plantilla sin tener que ceñirse a modelos cerrados. La compañía cuenta con personal especializado en patronaje y diseño, junto a maquinaria orientada a la customización, tanto de la disposición de los elementos que conforman la prenda —bolsillos, puños, cierres, bajos, combinaciones cromáticas de tejido, etc.—, como de los elementos identificativos, logotipos y anagramas, entre otros. Esta proximidad con el cliente se hace especialmente patente en todo el proceso, desde la creación de la prenda hasta su expedición. Una vez diseñada, y antes que se elabore la pieza, se envían al cliente muestras de las prendas tanto confeccionadas como despiezadas para que las puedan examinar con detalle. Además, todas las prendas expedidas llevan una tarjeta donde se le pregunta si el pedido ha sido satisfactorio, con un teléfono de contacto directo con el fabricante por si surgiera alguna incidencia. Esto sería impensable si el producto proviniera del mercado asiático, por ejemplo. “Perdimos muchos clientes en 2008-2012, con el boomde los productos que venían de China, pero estos mismos clientes se dieron cuenta posteriormente que precisaban de cuatro prendas chinas para cubrir un periodo anual, mientras que con dos nuestras lo hubieran conseguido. Esto, además de reducir costes financieros en casa del cliente, agiliza las compras y los tiempos de manipulación y entrega, explica Javier Haro. “Confiar en empresas como Miguélez es ahorrarse sorpresas con tallajes, materiales y calidad”. Por ello, “raramente” han recibido reclamaciones por el comportamiento de sus prendas. “Tratamos de darles la mayor Javier Haro (der.) en el almacén de Miguélez con una pantalón bordado y personalizado. "Nuestros pilares mejor asentados son la personalización, calidad de los materiales, procesos de fabricación consolidados y rigurosos controles de calidad”
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