44 I+D Los investigadores de la Universidad de Alberta trabajan ahora para que la ciencia que hay detrás de los tejidos autodescontaminantes se adapte bien a la cadena de producción LA ROPA ANTIVIRUS, CADA VEZ MÁS CERCA DE LA CADENA DE PRODUCCIÓN DE UNIFORMES En 2021, un equipo de investigadores de la universidad canadiense de Alberta empezó a desarrollar batas y mascarillas médicas aún más seguras para el personal sanitario de primera línea gracias a un tratamiento textil que matara los virus —covid-19 incluido— por contacto. Ahora, estos investigadores pretenden que la ropa antivirus sea apta para la cadena de producción y llegue a aplicarse a los uniformes de protección de soldados, personal hospitalario, bomberos y paramédicos. Gracias a una subvención de 50.000 dólares de la Alianza covid-19 del NSERC, la científica textil Patricia Dolez dirigió una investigación para desarrollar un tratamiento textil que mata los virus solo con el contacto. “Estamos desarrollando algo que hará que estos tejidos se autodescontaminen”, explicaba Dolez, profesora adjunta de la Facultad de Ciencias Agrícolas, de la Vida y Medioambientales, que trabaja con sus colegas Cagri Ayranci, profesor asociado de la Facultad de Ingeniería; Mark McDermott, profesor de la Facultad de Ciencias; y la empresa Logistik Unicorp, como socio industrial. Partiendo de una tecnología ya existente, el equipo de Dolez adaptó una sustancia química utilizada para desinfectar piscinas al uso textil. El producto químico es sensible a la luz, por lo que Dolez y sus colegas trabajaron para convertirlo en un compuesto resistente a la luz que pueda aplicarse a los tejidos. Las prendas protectoras podrían entonces lavarse y reutilizarse, para mayor eficacia y sostenibilidad. “Imagina no contaminar a nadie más ni a ti mismo cuando toques tu mascarilla. Cuando la bacteria o el virus mueren al tocar el tejido, ya no pueden hacer más daño”, en palabras de la doctora Dolez. “Esto demuestra que, incluso con pequeñas mejoras en la tecnología, podemos hacer que los equipos de protección individual sean mejores que los actuales”, señaló Dolez. El compuesto “rompería la cadena de contaminación cruzada”, añadió. “Imagine que no contaminará a nadie más, ni siquiera a sí mismo, cuando toque sumascarilla. Cuando la bacteria o el virus mueren al tocar el tejido, ya no pueden hacer más daño”. Eso significa menos posibilidades de infección entre los propios trabajadores sanitarios y sus pacientes.
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