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13 materia de sostenibilidad, ha avanzado mucho en cuanto a materiales y tejidos. En el mercado B2C ya nos encontramos con tejidos elaborados de cáñamo, piña y otros materiales sostenibles. A fecha de hoy, es difícil aplicación de estos materiales en la ropa laboral debido a un tema de durabilidad y resistencia. Las prendas de ropa laboral están sometidas a un mayor estrés y número de lavados de las que usamos como personas en el día a día. No obstante, surgen nuevas alternativas o variaciones, como por ejemplo el poliéster reciclado, de una resistencia igual o superior pero donde el origen parte de un residuo en vez de una extracción de recursos. 4 Como le avanzaba, hemos pasado de un mundo funcional a una necesidad de expresar, transmitir, comunicar y diferenciarse, y en este punto, la forma de vestir a tu empresas y personas tiene mucho que decir. Según como vistamos, expresamos y transmitimos una imagen u otra. 5 ¡Mucho! Pensemos que, en base a un estudio realizado en UK, se calcula que 1 de cada 3 personas activas viste alguna prenda de ropa laboral; en España estaríamos hablando de casi 7 millones de personas. A estas personas se les otorgan varias prendas para el desarrollo de su actividad (4 camisetas, 4 pantalones, etc.) Y, en este cálculo, no estamos contando el gran volumen de prendas de merchandising laboral que se producen. En conclusión, un gran volumen de prendas que generan un enorme impacto medioambiental tanto desde el origen, es decir, material usado, como desde el final: residuo. Además, debemos tener en cuenta que muchas prendas no se pueden destinar al mercado de segunda mano por la presencia de logo corporativo o reciclar por falta de ecodiseño desde un inicio. Por otro lado, es importante destacar el impacto social: la deslocalización de la producción en búsqueda de precios más baratos juega en contra del desarrollo y la igualdad social. Pequeños cambios a la hora de diseñar, producir y confeccionar este tipo de prendas aplicando criterios de circularidad e impacto social puede ayudar, y mucho, al cuidado del planeta y al desarrollo todo ello aportando valor a las empresas. 6 Una uniformidad lo menos dañina para el planeta y la sociedad posible y que se ajuste a la realidad y necesidad de las empresas, sus empleados y tareas a realizar. Se trata de buscar el equilibrio entre lo eco y el diseño, es decir, entre minimizar los costes sociales y medioambientales respetando la dimensión funcional del diseño. Todo ello maximizando el valor para nuestro planeta, sociedad y empresas que decidan vestir de forma ética y sostenible. Nadie dijo que fuese fácil y adoptar este ecodiseño supone de esfuerzos para las empresas. Pero son esfuerzos necesarios ya que sólo tenemos un planeta y en nuestras manos y en nuestra forma de vestir está parte de la solución a la hora de cuidarlo y protegerlo.  “Pequeños cambios a la hora de diseñar, producir y confeccionar este tipo de prendas aplicando criterios de circularidad e impacto social puede ayudar, y mucho, al cuidado del planeta y al desarrollo todo ello aportando valor a las empresas”

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