JUGUETES 253

ENTREVISTA 77 la bandera y con el desarrollo de un estudio sobre los efectos que la falta del juego infantil tiene en los niños a nivel de desarrollo integral, físico, psicológico y social. A finales de marzo tuvo lugar la Feria del Juguete en Madrid, ¿cómo funcionó el evento? ¿Qué aspectos resaltaría? En su segunda edición, el número de expositores y visitantes se ha incrementado notablemente y las valoraciones en ambos casos son muy positivas. Sin duda, es necesario un punto de encuentro del sector para preparar la segunda parte del año y la feria de Madrid responde a esta necesidad, con una buena ubicación, buenas instalaciones y buenos servicios de restauración que lo hacen cómodo y fácil. También la AEFJ potencia a la industria juguetera española en el ámbito internacional. ¿Qué acciones llevan a cabo y cómo ayudan a las empresas? La AEFJ lleva a cabo las negociaciones con el ICEX e IVACE Internacional con el fin de conseguir el mayor apoyo posible para el sector, ayuda y asesora a las empresas en la obtención de estas ayudas y organiza y gestiona ferias en aquellos lugares en los que los asociados lo consideran interesantes. El año pasado se organizó una feria en Los Ángeles en un tiempo récord por la necesidad que mostraron los asociados de poder exponer allí al no tener la opción de Hong Kong. Después de un 2022 con un crecimientomínimo en el sector juguetero, ¿qué expectativas tienen para 2023? Nuestra esperanza es poder recuperar la cifra prepandemia, ya que seguimos siendo el único país de Europa que aún no ha recuperado la cifra del 2019. ¿Cuáles considera que son los principales retos a los que se enfrenta el sector juguetero en la actualidad? Hay muchos, pero hay tres que consideramos los más importantes: la reducción de nacimientos y, por tanto, de niños; la estacionalidad de nuestro producto, somos el país más estacional de Europa, nuestra venta está muy concentrada en Navidades; y la edad temprana en la que se deja de jugar con juguetes, los niños cada vez más pequeños abandonan los juguetes por las nuevas tecnologías. En resumen, menos niños, que dejan de jugar antes y que centran su renovación de juguetes en gran parte a Papá Noel y a Los Reyes Magos. ¿Desea añadir algún comentario más? El juego tiene un gran valor como instrumento de aprendizaje, lo natural es aprender jugando. Los niños y niñas juegan de manera innata y, sin duda, el juguete es el principal instrumento del juego. Desde la AEFJ, reivindicamos que se reconozca y potencie este valor, es la única manera de conseguir que comprar un juguete se entienda como una inversión para lograr que un niño o una niña aprenda de forma divertida. n DESAFÍOS PARA EL SECTOR JUGUETERO Si preguntamos a Marta Salmón, presidenta de la AEFJ, sobre los próximos desafíos a los que se enfrenta el sector juguetero señala que “nos enfrentamos a una nueva era que está transformando la sociedad, al consumidor, al proceso de compra e información y, por tanto, requerirá la adaptación de la industria, con nuevos valores sociales como la sostenibilidad, el medioambiente o la integración, que ya estamos incorporando en nuestros procesos como empresas, tanto en la fabricación como en la comunicación”. A lo que añade: “Además de esta nueva realidad del mercado, las legislaciones también se adaptan y acabamos de asistir a la aprobación de nuevas legislaciones como la de envases y embalajes, la de residuos de envases y suelos contaminados. Así, este año 2023 se abrirá la revisión de la Directiva de Seguridad del Juguete, una pieza fundamental que afectará directamente sobre la competitividad de la industria, y que atenderá a muchos criterios más allá de la seguridad física, tal y como hasta ahora la entendíamos. En Francia ya hemos visto la implantación de un sistema de recogida y reciclado de juguetes, y este es el camino por el que vamos a tener que transitar los próximos años. A parte de influir en estas legislaciones, en la medida de lo posible, la AEFJ informará y formará a las empresas para estar preparados y que los costes internos del cumplimiento sean los menores posibles, ya que, además, en demasiadas ocasiones cada país adopta legislaciones y obligaciones diferentes”. "Nos enfrentamos a una nueva era que está transformando la sociedad, al consumidor y al proceso de compra e información y, por tanto, requerirá la adaptación de la industria"

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