Juguetes B2B 247

44 INFORME: SOSTENIBILIDAD Precisamente la feria juguetera internacional Spielwarenmesse ha tomado conciencia de la importancia de la sostenibilidad en el sector juguetero, y para este año han presentado la macrotendencia ‘Toys Go Green’, en la que destacan cuatro tendencias jugueteras vinculadas a la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. De la misma manera, desde The Toy Association, organizadores de la feria de Nueva York, también recogen entre sus tendencias jugueteras para 2022 esta apuesta por los juguetes ecológicos (más información sobre las tendencias de ambas ferias en la página 112 de esta misma edición). COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD Con los consumidores demandando que las empresas actúen de forma responsable y las nuevas regulaciones promoviendo la transición hacia una producción más compatible con los límites del planeta, las compañías ya no pueden seguir aplazando la gestión de su impacto social y ecológico. Y esto es una buena noticia. Para la gente, para el planeta, y para los propios negocios. Sin duda, el cambio hacia prácticas más sostenibles implica retos, pero también permite descubrir nuevas oportunidades para desarrollar ventajas competitivas, por ejemplo, a través de la innovación, la diferenciación, la atracción de talento o las nuevas vías de ingresos. En este sentido, Sonia Sánchez, consultora de Sostenibilidad e Impacto, señala que las empresas jugueteras presentan diferentes niveles de compromiso con la sostenibilidad, y aunque la gran mayoría reconoce la importancia de la sostenibilidad, todavía existe un porcentaje significante de empresas jugueteras que no conocen su impacto social y ecológico, ni cuentan con una estrategia sólida de sostenibilidad, según un estudio elaborado por la propia Sonia Sánchez. Para la experta, esta situación impide a las marcas utilizar la sostenibilidad como fuente de ventajas competitivas, las sitúa en desventaja ante otros competidores más proactivos, y las pone en riesgo de no cumplir con regulaciones futuras. Además, también reduce la capacidad de las compañías de ser parte de la solución y contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. En este sentido, destaca que el primer paso para conseguir un plan de sostenibilidad sólido y positivo es identificar y detectar el efecto de la empresa en la sociedad y el medioambiente. El segundo paso, es decidir las áreas de impacto más relevantes, que serán diferentes para cada empresa en función de factores como sus productos, lugar de producción y comercialización, entre otros. Finalmente, es necesario fijarse unos objetivos y encontrar las acciones para su consecución. No tiene por qué ser un ejercicio complicado, pero sí que debe adaptarse a cada empresa a fin de exprimir su máximo potencial. Sin embargo, Sonia Sánchez alerta que, en su camino hacia una mayor sostenibilidad, las empresas jugueteras se enfrentan a numerosos retos, como la dificultad para diseñar estrategias de sostenibilidad sólidas, la dificultad a la hora de reciclar juguetes o la escasez y el alto precio de los materiales sostenibles, retos que, por otra parte, se pueden superar en gran parte gracias a la economía circular. Por último, la experta afirma y defiende que la sostenibilidad no debería ser un ámbito en el que las empresas compitan, sino más bien un ámbito de colaboración, y debería ser un objetivo común de la industria. “Sin duda, la sostenibilidad es un tema complejo, pero también desvelará nuevas oportunidades y será un camino emocionante y lleno de éxitos para cualquier empresa y sus profesionales”, concluye. n Existen varios certificados y etiquetas que sirven para identificar aquellos productos que podemos considerar ecológicos y/o sostenibles. A continuación, repasamos algunos de los más habituales: FOREST STEWARDSHIP COUNCIL (FSC): Si un juguete lleva el certificado FSC quiere decir que está elaborado principalmente con madera de bosques gestionados de manera sostenible y con tala controlada. La madera ecológica procede de árboles cuya tala no tiene consecuencias negativas para el medioambiente. El certificado FSC garantiza al consumidor que los productos de madera ecológica proceden de bosques gestionados de forma racional, de acuerdo a unos estándares internacionales que contemplan aspectos ambientales, sociales y económicos. Estos acuerdos internacionales definen los niveles mínimos de buena gestión para los bosques de todo el mundo. A través de la cadena de control de gestión de los bosques, el sello FSC garantiza que los productos derivados de la madera como el papel, el cartón y las fibras de celulosa han sido elaborados bajo criterios de sostenibilidad. PROGRAMME FOR THE ENDORSEMENT OF FOREST CERTIFICATION (PEFC): Elegir productos con certificación PEFC (provienen de bosques con la misma certificación) es otra forma de cuidar del planeta que habitamos y de hacer un uso sostenible de bosques que han sido auditados por expertos independientes que aseguran que se cumplen con las normas vigentes nacionales e internacionales. SELLO ÁNGEL AZUL: La Blue Angel o Ángel Azul (Blauer Engel en alemán) es un sello creado para garantizar que ciertos productos y servicios son respetuosos con el medio ambiente. Este sello es otorgado por un organismo alemán independiente creado en 1978, y es la más antigua de las certificaciones medio ambientales. El objetivo de esta certificación es la de informar a los consumidores sobre la calidad ecológica de los productos y servicios certificados, garantizando el uso racional de las materias primas y los recursos naturales durante todo su ciclo de vida útil. CERTIFICADOS ECOLÓGICOS

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