GESTIÓN DEL PUNTO DE VENTA 129 3. DECIR BUENOS DÍAS PORQUÉ NOS ESTÁN MIRANDO. El eye tracker es la herramienta más popular del neuromarqueting. Se trata de un sensor que, mediante una luz infrarroja, analiza dónde miramos exactamente. Cuando lo usas te das cuenta que lo que más nos atrae son las personas. Ya puedes poner el producto más impresionante junto a alguien, que lo primero que haremos será mirar a la persona, después al objeto. Es por eso que cuando entramos a un espacio, por muy espectacular que sea, lo primero que miraremos será a los trabajadores y como estén pendientes del móvil, o con actitud distante, tenemos muchos números de dar media vuelta, sin ni habernos fijado en todo el entorno. 4. “ALGUNOS DICEN BUEN DÍA PARA DECIR ADIÓS”. Al comentarle a Amadeu que escribiría este artículo, me ha soltado esta gran frase “algunos dicen buen día para decir adiós”. Muchas veces, al entrar en una tienda recibimos un ‘Bnsdeaaas..., donde el “buenos” queda en una ‘b’ soplada a desgana y donde las ‘a’ se arrastran llegando a producir el efecto de un fade out. En casos más extremos, se limitan a levantar un ojo de la pantalla del móvil y emitir un sonido de ultratumba que podría transcribirse como ‘bnsds’. Esto no es desear un ‘buen día’. Lo que realmente comunica es ‘me acabas de cortar la partida del Fortnite, fuera de aquí’ o directamente, ‘Adiós’. 5. NO EXISTE UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA CAUSAR UNA PRIMERA BUENA IMPRESIÓN. El comercio es una experiencia efímera, tal como puede ser el teatro. Como dice la frase del título, que no recuerdo de donde lo he sacado, solo tenemos una oportunidad para causar una buena impresión. Cuando conocemos a alguien, tenemos a nuestra mente inconsciente trabajando a toda máquina para evaluar cada uno de los detalles de aquella persona y dilucidar si es de fiar o no. Por lo tanto, ante alguien que no nos cause una buena impresión, será muy difícil que estemos dispuestos a compartir nuestro tiempo y todavía menos, a darle nuestro dinero a cambio de lo que nos ofrezca. 6. SONREÍR CON MASCARILLA. Un ‘Buenos días’ sincero solo podrá ofrecerse si realmente deseamos que nuestro interlocutor pase un buen rato con nosotros. Esto solo se consigue si lo sentimos así y no siempre es posible, puesto que a veces tenemos el pensamiento y las emociones en otro lado. Por lo tanto, hace falta una suma de intencionalidad, comunicación y acompañamiento emocional, con un gesto universal: la sonrisa sincera (conocida como sonrisa de Duchenne). Si somos conscientes de esto, podemos ofrecer una buena acogida y una sonrisa verdadera, incluso con mascarilla. Es más, los músculos que diferencian una sonrisa verdadera de una impostada son los únicos que se ven con la mascarilla, puesto que no se encuentran alrededor de la boca, sino que rodean los ojos. Cuando sonreímos utilizamos seis pares de músculos, pero los que son más difíciles de falsear son los movimientos de los músculos orbiculares, que al contraerse elevan las mejillas y producen las arrugas alrededor de los ojos; las famosas “patas de gallo”. Por lo tanto, si forzamos una sonrisa con la mascarilla, tenemos muchos números que nuestro interlocutor no vea nada, ya que los ojos no se mueven. 7. ¿ES POSIBLE DESEAR BUEN DÍA A MILLENNIALS Y CENTENNIALS? Quién trabaje en comercio habrá constatado como gran parte de la población más joven prefieren el autoservicio a la venta asistida. No es que tengan un gen anti-desconocidos, es que se han criado así. Quienes tenemos cierta edad, hemos crecido con tiendas de venta asistida, hasta que se han ido sustituyendo por autoservicios. Las nuevas generaciones se han criado comprando la ropa en tiendas de fast-fashion y pagando en cajas de pago automático. Esto no quiere decir que no quieran sentir que alguien les puede atender si tienenunaduda. Huyendel ‘vendedor garrapata’, pero quieren que estemos por ellos cuando tienen un problema; como todo el mundo, pero conmás prisas. Por lo tanto, dar un ‘Buenos días’ sincero es la mejor carta de entrada para decirle a nuestro interlocutor que no está solo y que estamos allí para lo que sea. 8. LA NUESTRA PUEDE SER LA ÚNICA SONRISA DEL DÍA. Finalmente, el último motivo para dar un ‘Buenos días’ sincero es que está en nuestras manos un bienmuy apreciado: hacer sentir bien. En un mundo lleno de pantallas, más egocéntrico y donde cada vez es menos habitual que la gente se salude, el saludo de un/a comerciante, puede ser la única sonrisa que algunas personas se lleven al final del día; y esto no tiene precio. ¡Que tengáis muy buenos días! n
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