Juguetes B2B 243
ENTREVISTA 141 de un 20% en los nacimientos de diciembre y de enero, que corresponderían con las concepciones de los meses de marzo y abril, los peores meses de la primera ola de la pandemia. Una vez finaliza el estado de alarma se recupe- ran los nacimientos nueve meses después, pero a niveles similares a los del año 2020. La llegada de la segunda ola y olas consecutivas tendrá un efecto también, aunque no tan importante como el de marzo y abril, en la caída de los nacimientos, llegando al final del año con una caída esperable de los nacimientos de entre un 5 y un 8% con respecto al año anterior. ¿Cuáles considera que son los principales retos para conseguir aumentar la natalidad? Son diversos los aspectos que habría que contemplar. Las parejas deciden formar familia si tienen unas perspecti- vas de futuro estables. La incertidumbre económica y la inestabilidad en el empleo no favorecen ese aumento. Por otro lado, la posibilidad de compatibilizar la vida laboral y la vida familiar y la crianza de los hijos solo es factible si se cuenta con una serie de recursos de apoyo a las fami- lias, como guarderías, por ejemplo. Por otro lado, hay que conseguir adelantar el calendario de la fecundidad, cosa que ahora mismo no se está haciendo. Cada vez más las parejas retrasan su edad a la maternidad y cada vez se tienen hijos a edades más avanzadas donde la fertilidad de las madres y padres se va reduciendo con el tiempo, y el éxito en la reproducción se reduce, por lo que muchas parejas no llegan a tener el segundo o tercer hijo deseado, y en proporción creciente acaban sin descendencia. Cosa que se acentuará con el retraso producido en el calen- dario reproductivo por el Covid-19. ¿Cómo afectan las políticas de conciliación familiar y laboral en la demografía de nuestro país? Las medidas de conciliación familiar y laboral son siempre un apoyo, una base sobre la que se pueda facilitar a las parejas la toma de decisión de tener un hijo/a, pero son necesarias un conjunto de medidas adicionales y no una única para que las parejas se decidan a formar familia. ¿Cómo se podría mejorar la natalidad con políticas desde el Gobierno? Las políticas que se han ido tomando para incrementar la natalidad no han tenido un efecto claro en el crecimiento de los nacimientos. Como respondía en las dos preguntas anteriores, se necesitan políticas de gran calado y soste- nidas en el tiempo para que ese cambio se produzca. Se han tratado de seguir políticas parecidas a las empleadas en los países nórdicos, pero estos partían con un conjunto de medidas y una sociedad más paritaria que permitió sostener la fecundidad en niveles superiores a la media europea, pero a pesar de esas medidas ese modelo no ha impedido que se lleguen a niveles bajos de fecundidad. Mirando al exterior, ¿qué países considera que imple- mentan una buena política demejora de la natalidad? Siempre hemos tenido de referencia a países como Suecia o Finlandia, con gran igualdad de género, con roles com- partidos entre padre y madre en las tareas del hogar y de la crianza de los hijos, con unas políticas fuertes de bajas por maternidad y paternidad y ayudas a las parejas, pero aún con todas esas medidas estos países ahora mismo están en niveles de 1,6 hijos por mujer, es decir algo más que España, pero con baja fecundidad también. ¿Cuál es su previsión acerca de la evolución de la natalidad en España? ¿Y cómo afectará esta tenden- cia al país? No es previsible un cambio radical en el medio plazo de la fecundidad en España en los próximos años, y la previsión a largo plazo es que la fecundidad seguirá en niveles muy bajos los próximos años y más si la edad a la que se tienen los hijos sigue aumentando. El efecto del impacto directo de la pandemia del Covid-19 y el impacto indirecto de la crisis económica generada no parece que vaya a ayudar a que ese cambio se produzca pronto. n MOTIVOS DEL DESCENSO DE LA NATALIDAD Al preguntar a Diego Ramiro, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC, por los principales motivos del descenso de la natalidad en nuestro país, resalta: “Son diversos los factores que están detrás de esa baja fecundi- dad. Desde una inestabilidad económica y en el empleo a medio plazo que no incentiva la forma- ción de la familia, hasta la tardía emancipación de los jóvenes españoles, el retraso importante en la edad a la maternidad, la necesidad de contar con dos salarios para poder criar a una familia, el incremento en los costes y el tiempo dedicado a la crianza de los niños, la falta de recursos alter- nativos de cuidados para que las parejas puedan compatibilizar la vida laboral y la crianza de los niños, etc”. A lo que añade: “Si nos fijamos en el resultado final (el número de nacimientos), tene- mos en la actualidad en edad reproductiva a las generaciones poco numerosas que nacieron en los años 90, por lo tanto, tenemos menos madres en edad reproductiva y al mismo tiempo estas parejas están teniendo menos niños, por lo que el total de nacimientos se reduce”.
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