Juguetes B2B
55 CONVERSACIÓN CON... en día hay tantos juegos y juguetes educativos disponibles, que siempre encontraremos varios juegos que cum- plan el objetivo que buscamos. KINUMA: Es una pregunta difícil de contestar. Al final, no existe una única fórmula para intro- ducir el juego de forma educativa; depende de las motivaciones del grupo o de las capacidades de cada niño. Pero para mi gusto, la mejor forma de introducir el juego como elemento educativo (tanto en el entorno escolar como familiar) es escuchando siem- pre las necesidades del niño. Algo a lo que solemos tender los adultos es que, cualquier actividad debe salir tal y como la hemos planificado. Debemos tener flexibilidad. Si hemos sacado, por ejemplo, una comba para que nues- tros hijos salten, pero en vez de ello deciden jugar a que es una serpiente, deberíamos dejar que lo hagan. Tal vez no están desarrollando la motri- cidad gruesa, pero sí la imaginación. Aprender con el juego es realmente fácil, hagan lo que hagan aprenderán algo. Con los juegos de mesa o las acti- vidades regladas pasa lo mismo: Las normas siempre se pueden adaptar. Tal vez ese día el niño está cansado, no le gusta o le cuesta entender el juego, le apetece probar otra cosa… Y no pasa nada por ajustarnos a la situación. ¿Qué tendencias destacan en el segmento del juguete educativo? LÚDILO: Lo más importante de los juguetes educativos es que sean diver- tidos. Creo que antes se identificaba el juguete educativo con un producto aburrido, que se parecía más a un material escolar que a un juguete. En estos momentos los juegos y juguetes educativos que tienen éxito son aque- llos en los que el componente divertido es igual de importante o más que el educativo. No sirve de nada tener un juego o juguete muy educativo pero que no cumple su función porque el niño no quiere jugar con él. La clave está en que el niño se lo esté pasando bien sin darse cuenta de que está aprendiendo, practicando o desa- rrollando habilidades. Si a un niño le preguntas si quiere jugar al juego de mates probablemente te dirá que no, que las mates son deberes, pero si le das a jugar un juego de piratas, animales, caballeros… con el que va a practicar las sumas sin darse cuenta, si querrá jugar. La clave es que a ojos del niño el juego parezca lo menos educativo posible. KINUMA: En Kinuma no nos move- mos tanto por tendencias, de hecho, creo que nuestro valor diferencial se basa en que, como padres que somos, ofrecemos aquellos juegos y jugue- tes que a nosotros nos funcionan en casa. Y eso la gente lo sabe…y le gusta. En general, creo que estamos en una generación en la que se prioriza el juego libre y las piezas sueltas (que permiten aprender experimentando) y los juegos de mesa por competen- cias. Muchos padres y maestros llegan a nosotros pidiéndonos juegos para entender las matemáticas básicas, el lenguaje y la lógica. ¿Qué prioriza el comprador (padres) en este tipo de juguetes y juegos? ¿Y el consumidor (hijos)? LÚDILO: El comprador que busca un juguete o juego educativo suele pedir referencias o consejo, se guía mucho por las recomendaciones, de amigos, del colegio, de la per- sona que le atiende en el comercio o de la búsqueda que haya hecho en internet. Es un comprador bastante informado, y busca el juego o juguete adecuado para las necesidades de su hijo, la edad y las habilidades que quiere que desarrolle. La compra se parece a la de un libro de lectura, pri- mero filtras por edad e, igual que al elegir una lectura, miramos el resu- men y la información del autor que aparece en la contraportada o en las solapas. El comprador habitual de juego educativo suele estar informado y si no lo está, buscará consejo previo o en el punto de venta. El niño, por su parte, siempre prioriza divertirse. No podemos olvidar que hablamos de juguetes, y que sea educativo solo es el adjetivo que lo acompaña, pero lo importante para el niño es jugar. KINUMA: Durante el 2020 hemos notado un crecimiento de adultos que han visto que el juego no se trata sólo de una actividad de niños. Si no que puede ser un pasatiempo per- fecto para crear tiempo de calidad en familia. Por eso, ahora más que nunca, nuestros clientes priorizan los juegos y juguetes que permitan jugar en fami- lia, que sean intergeneracionales y que les permita formar parte de la educa- ción de sus hijos. ¿Y qué priorizan los niños? Sólo hace falta echar la vista atrás para saberlo. No se fijan si las partidas duran diez minutos o media hora, si aprenden matemáticas o memoria… ¿Acaso no recordamos cuando nosotros jugábamos a las canicas? No sabía- mos que estábamos desarrollando la motricidad fina o la observación. Sólo queríamos divertirnos. Y eso es lo que priorizará siempre el niño: Jugar para pasárselo bien. n
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