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50 GESTIÓN CALIDAD DE IMAGEN, VISTA GENERAL, COSTE De estas y otras experiencias adquiridas a lo largo de muchos años de videovigilancia en espacios públicos pueden deducirse tres requisitos clave: el primero es la cobertura de grandes áreas con una calidad de imagen mínima que sea lo más uniforme posible en todo el espacio de objeto. El segundo punto es el reconocimiento de contextos: debe tener capacidad de captar la mayor parte posible del espacio vigilado en una única imagen o, en otras palabras, el número de cámaras utilizadas debe ser el menor que se pueda. Por último, el tercer punto es, por supuesto, el coste: los dos criterios centrales –la calidad de imagen y el reconocimiento de grandes contextos– deben ser factibles a unos costes globales razonables. ¿QUÉ SIGNIFICA REALMENTE “RESOLUCIÓN MÍNIMA” Y QUÉ RELEVANCIA TIENE? Pero ¿cómo se define realmente la calidad de imagen para vigilar grandes áreas? El factor decisivo para la calidad es la resolución requerida. Es lo que se denomina “densidad de resolución“o”densidad de píxeles”, que se define en la norma DIN EN 62676- ¿Cuál es la tecnología adecuada en la videovigilancia ‘safe city’? La implantación de tecnología de vídeo moderna en espacios públicos está ganando cada vez más adeptos. Sin embargo, en muchos casos sigue siendo el primer proyecto de este tipo para los responsables públicos, y a menudo se trata de una tarea compleja: hay que coordinar numerosos elementos y adquirir rápidamente conocimientos especializados. Esto incluye la toma de decisiones, los procedimientos de autorización, el discurso público, la planificación, la identificación de sinergias y, por último, pero no menos importante, la selección de la tecnología adecuada para un proyecto de vigilancia de la ciudad. Este artículo pretende proporcionar información útil sobre este último aspecto. Josua Braun, Marketing Director, Dallmeier electronic 1.200 DELITOS DENUNCIADOS Y SÓLO 33 VEREDICTOS Ningún político local desearía una situación como la que, por ejemplo, se produjo en Colonia en la Nochevieja de 2015: después de terribles disturbios con varios cientos de personas involucradas, se presentaron más de 1.200 cargos por, entre otras cosas, alteración del orden público, violencia y agresión sexual. El hecho de que sólo hubiera 46 causas judiciales y únicamente 33 condenas se debió, entre otras razones, a que la calidad de imagen de las grabaciones del anticuado sistema de vídeo no permitía aportar ninguna prueba: o bien no se podía identificar a los autores por falta de resolución, aun cuando el curso del suceso delictivo fuera claramente reconocible; o bien los posibles autores eran fácilmente reconocibles, pero las pequeñas secciones de imagen de muchas cámaras individuales a menudo no permitían reconstruir los eventos en contextos ópticos más amplios, por lo que no era posible demostrar la implicación en el delito sin lugar a duda.

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