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GESTIÓN 32 “Estas tecnologías juntas -IoT, IA, 5G y Edge Computing- están abriendo nuevas posibilidades como la automatización avanzada, la realidad aumentada, la telemedicina o la conducción autónoma”. Y es que, como resume Javier Hidalgo (GMV), IA, 5G y Edge Computing son aliados naturales de la IA. “Cada una de estas tecnologías tiene aspectos competitivos que ayudan a mejorar las capacidades de la IoT, que potencian las posibilidades y mejora las eficiencias de las aplicaciones existentes, llevándolo incluso a sistemas de misión crítica”. No obstante, no hay que olvidar que, “junto con las ventajas, también hay amenazas que aumentan con las nuevas tecnologías. Por lo tanto, las mejoras en la tecnología y su utilización siempre vienen acompañadas de la necesidad de proteger su uso/el entorno en el que se utilizan”, advierte Pablo Juan Mejía (Utimaco). “Esto se refiere a la protección de datos y entornos digitales, así como de los entornos físicos gestionados/utilizados con componentes digitales. Si los datos no están cifrados, podrían quedar expuestos fuera de la organización, manipularse o utilizarse indebidamente. A su vez, si los dispositivos y componentes que tienen identidades digitales no están suficientemente seguras podrían ser un posible punto de entrada para el espionaje o el sabotaje. Además de los ataques dirigidos, existe el riesgo de que se produzcan incidentes accidentales que pueden provocar la exposición de los datos e interrupciones del proceso, en el peor de los casos, hasta tiempos de inactividad totales”, señala. LA CIBERSEGURIDAD Y OTROS DESAFÍOS PENDIENTES DEL IOT A pesar de las ventajas que ofrece IoT y su importante evolución, existen todavía una serie de retos o precauciones que es necesario considerar a la hora de acometer un proyecto de este tipo, siendo uno de los principales la ciberseguridad. “A medida que se conectan más dispositivos a Internet, aumenta el riesgo de ataques cibernéticos. Los dispositivos IoT pueden ser vulnerables a hackeos, lo que podría comprometer los datos sensibles y sistemas críticos”, advierte Javier Hidalgo. El problema es que “muchas veces no se tiene en cuenta que estos dispositivos están conectados a Internet. No se suele securizar adecuadamente estas redes, y los fabricantes, en muchos casos, no priorizan la seguridad en el diseño de los dispositivos. Esto los hace altamente vulnerables y fáciles de atacar”, señala Guillermo Fernández (WatchGuard). “El tema de la privacidad de los datos en los entornos IoT sigue siendo un asunto que preocupa y es aquí desde donde las empresas expertas en la protección robusta de datos debemos ofrecer las mejores soluciones” Javier Martín, ingeniero de Comunicaciones en Ayscom.

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