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“Los salones son reflejo de los sectores a los que representan. En este caso está bastante claro que no encontramos ante un ámbito en pleno crecimiento”, destaca Valenti. C M Y CM MY CY CMY K 16 ENTREVISTA Una de las tendencias que poco a poco se van instalando en diversas actividades humanas es la colaboración. En este sentido, ¿colabora Fira de Barcelona, y más concretamente SCEWC con otras ferias dedicadas a las ‘smart cities’? La colaboración es sin duda un aspecto fundamental para el éxito de cualquier empresa y el empeño colectivo por el impulso de las ciudades inteligentes no es una excepción. En este sentido, Fira de Barcelona y SCEWC colaboran con otros países mediante la organización de las spinoffs de las que antes hablábamos y también reuniendo en Barcelona otros eventos que se celebran alrededor del propio Smart City Expo. Este año, acogeremos una vez más Tomorrow.Mobility World Congress, foro organizado junto con la EIT Urban Mobility — iniciativa del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, organismo de la Unión Europea— y enfocado a la transformación de la movilidad urbana en todo el mundo. Pero también acogeremos Tomorrow.Building World Congress, un evento centrado en la construcción sostenible y la aplicación de las nuevas tecnologías a este sector, y Tomorrow. Blue Economy, enfocado a aprovechar todo el potencial de los recursos oceánicos para un crecimiento económico sostenible y que se organiza junto con el World Ocean Council. Desde que está al frente de SCEWC, ¿cuáles son los principales cambios (positivos) que ha detectado en la forma en las que las ciudades cuidan a sus residentes? ¿Debería ser éste el objetivo principal de las concentraciones urbanas, cuidar a sus habitantes? Desde que estoy al frente del SCEWC, he observado varios cambios positivos en la manera en que las ciudades cuidan a sus residentes. Uno de los más significativos es el cambio de enfoque hacia el bienestar de los ciudadanos como objetivo principal de las innovaciones urbanas. Se ha abandonado progresivamente el enfoque ‘top-down’ en el que los gobernantes tomaban decisiones urbanísticas en función de estudios y tendencias y se ha adoptado uno en el que la participación y la opinión de los ciudadanos tiene un papel cada vez más decisorio. En este mismo sentido, los inicios de las ‘smart cities’ iban ligadas a una imagen de ciudad hipertecnológica que hoy ya no es válida. La tecnología tiene sentido si tiene un efecto positivo y hay veces en las que las mejores soluciones no tienen por qué utilizar tecnologías disruptivas. Nunca me cansaré de explicar el caso de Medellín y de cómo logró reconectar barrios y comunidades enteras, posibilitando el desarrollo económico y social de sus habitantes mediante una tecnología de transporte como el teleférico que parecía ya obsoleta. Una solución realmente 'smart'. Este enfoque centrado en las necesidades del ciudadano, que en el caso de Medellín era superar una orografía compleja que limitaba el progreso de los vecinos de algunos barrios, debe ser el objetivo principal de todas las ciudades, ya que el verdadero éxito de una ‘smart city’ radica en su capacidad para mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes. n Barcelona "siempre ha apostado por el concepto de 'smart city' e incluso ha abanderado iniciativas que se han convertido en referencia mundial”, afirma Valenti. La tecnología tiene sentido si tiene un efecto positivo y hay veces en las que las mejores soluciones no tienen por qué utilizar tecnologías disruptivas

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