30 GESTIÓN Ciudades como Bilbao hace tiempo que introdujeron mejoras tecnológicas que optimizan los servicios que reciben los residentes en la capital vizcaína. se arriesguen a utilizar sus vehículos o a cruzar calles que se convierten en arroyos a pesar de las advertencias de las autoridades, generando con su incívico comportamiento molestias y problemas indeseados. Algunas ciudades españolas están aplicando herramientas Big Data con el objetivo final, pero no único, de mejorar los servicios que prestan a sus residentes. Es el caso de Madrid y Barcelona, las dos concentraciones urbanas más pobladas del país. En ambas se ha aprovechado la red de sensores existente —que se ha ampliado para mejorar su capilaridad y la información que transmiten—, así como las cámaras para gestionar en tiempo real el tráfico rodado. Los objetivos que se persiguen son comunes: atenuar los atascos, lo que redunda en una menor contaminación atmosférica y acústica. Además, se reducen las pérdidas de tiempo de los usuarios del transporte público en superficie y, obviamente, las de aquellos que utilizan sus vehículos privados para desplazarse por ambas ciudades. En la tercera ciudad más poblada, Valencia, se está haciendo hincapié en la mitigación de la contaminación acústica gracias a la información que recopilan los sensores que miden los decibelios generados por el tráfico.
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