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GESTIÓN Por ejemplo, ¿mejorar la sincroniza- ción de los semáforos y añadir más carriles bici y autobuses reducirá los tiempos de desplazamiento al trabajo? Lo más probable es que sí. Pero si una ciudad no conoce detalles precisos, como exactamente cuántos semáforos o carriles bici hay, así como su ubica- ción, o cuántos peatones cruzan una intersección específica durante la hora punta de la mañana, ¿cómo puede un gerente de transporte municipal priorizar qué cambiar? En el pasado, predecir el impacto de un proyecto de transporte podría nece- sitar semanas o meses de cálculos. Un equipo tenía que hacer observaciones in situ e introducir manualmente los datos antes de que pudiera comenzar con la evaluación y análisis. Además, la falta de visión del impacto de un cambio aparentemente insigni- ficante podría acarrear consecuencias impredecibles. Por ejemplo, permitir que un aparcamiento genere nuevos puntos de entrada y salida podría aumentar los atascos y los accidentes de tráfico en varias intersecciones alrededor. EXPERIMENTAR Y OFRECER UNA IMAGEN OPERATIVA COMÚN Hoy en día la tecnología ha hecho posible digitalizar con precisión datos sobre las calzadas, aceras, pasos de peatones, rampas, carriles bici, farolas, áreas de estacionamiento, puntos de recogida de taxis y de coches compar- tidos de toda una ciudad, así como todos los semáforos, las señalizaciones y las marcas viales en las calzadas. Una vez digitalizada la información, se puede usar un análisis topográfico para construir un gemelo digital de una ciudad. Esto permite al departamento de transporte municipal obtener visi- bilidad de la situación actual, así como realizar simulacros para evaluar los posibles efectos de los cambios reali- zados a cualquier aspecto de la ciudad relacionado con la movilidad. LA DIGITALIZACIÓN RESUELVE LOS RETOS SINGULARES DE CADA CIUDAD Muchas ciudades comparten retos similares relacionados con la movili- dad, a menudo como consecuencia de tener geografías e industrias locales similares. Mientras tanto, las ciudades industriales se enfrentan a proble- mas que no tienen las ciudades que dependen del turismo, y viceversa. Otro ejemplo son las ciudades cos- teras, que deben superar otra serie de retos sobre la movilidad urbana distintos a los que deben solucionar las que están en valles o en regiones montañosas debido a las diferencias climatológicas y sus características topográficas. En ciertos casos, identificar los retos en diferentes tipos de ciudades es fácil porque son obvios. Por ejemplo, pocos negarán que la contaminación del aire no es un problema en una ciudad industrial. Asimismo, una necesidad que casi todas las ciudades tienen en común - la de concienciar a la pobla- ción de utilizar menos el coche - puede parecer igualmente evidente. Sin embargo, establecer un plan deta- llado sobre cómo resolver los retos y, más importante aún, cómo imple- mentarlo, son motivos por los que la Un gemelo digital permite visibilizar la situación actual de la movilidad urbana. 61
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