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La distribución sigue liderando el gasto de los profesionales tanto de fontanería como de construcción. La patronal lo atribuye a que los canales profesionales cuidan más que las grandes superficies los servicios relacionados con la financiación a medida de los proyectos, el apoyo técnico o la relación directa comprador-vendedor, que permite una asesoría personalizada y un acompañamiento efectivo que mejora de forma significativa la experiencia de compra. Del informe también se desprende que cuanto mayor es el grado de profesionalización de un oficio, mayor es su vinculación al canal profesional. Así los profesionales de climatización y fontanería, más tecnificados, concentran un 86,2% del gasto en el canal profesional, frente a un 73% de los oficios de la construcción, con notables diferencias también en función de la especialización y autopercepción profesional. Es por ello por lo que Andimac considera que la innovación y el valor añadido que redundan en mejores prestaciones para los consumidores son, por el momento, un valor diferencial de la distribución profesional. Esto, además, se ve reforzado por el hecho de que el 85,4% de las compras se realizan en el canal profesional y representan el 75,4% del valor, mientras que el 70,6% de las compras tienen lugar a través de las grandes superficies y representan el 24,6% del valor de las mismas. El segmento de profesionales más jóvenes admiten utilizar siempre el canal profesional (aunque en el 90% de los casos también usa grandes superficies). SUMINISTROS A OBRAS Otras de las ventajas de la distribución profesional que muestra el informe pasan por la capacidad logística para mejorar los suministros a las obras, que en las grandes superficies resultan bastante deficitarios, al tener los profesionales que cargar los materiales, y todo ello se refleja en los tiempos de desplazamiento y en los costes asociados al transporte. Entre las virtudes de las grandes superficies, el informe señala el volumen de stock, ya que no trabajan bajo catálogo, lo que a su vez puede tirar hacia abajo los precios en detrimento de la calidad de los materiales. De igual modo, las grandes superficies suelen ubicarse en áreas periféricas pero muy bien comunicadas para ofrecer comodidad geográfica de compra a los profesionales del sector. Frente a ello, desde Andimac se apunta como vector de cambio asentar una cultura de cooperación dirigida a impulsar modelos locales de centrales de venta, lo que ayudaría a hacer frente a esta debilidad. Otra opcioón es, por supuesto, el crecimiento inorgánico de empresas y ganar tamaño. A juicio de la patronal, ambas vías permiten hacer frente a una debilidad estructural, como es el tamaño medio de las empresas, en un mercado atomizado. CAMBIO GENERACIONAL Por tamaño de la empresa, el autónomo sin empleados es el que muestra una mayor tasa (19,6%) que dice no comprar en el distribuidor profesional. A partir de tres empleados, esta tasa cae al 9,2%. En cuanto a la relación del canal profesional con la edad de los responsables de compra, sorprende que el rango más joven admite utilizar siempre el canal profesional (aunque en el 90% de los casos también usa grandes superficies). En paralelo, el segmento de edad que menos asiste a la distribución profesional es el que oscila entre los 36 y los 50 años (20,1%). Asimismo, el estudio pone de relieve la inquietud sectorial con aquellos aspectos vinculados con la formación técnica y de producto, así como los asociados al ámbito de los residuos. Y es que se apunta al problema del relevo generacional, que no solo rompe los cauces de la transferencia de conocimiento, sino que requiere formar a los nuevos profesionales llegados, en general, de terceros países. Desde Andimac subrayan el reto que esta transformación generacional y cultural de la demanda representa para el canal profesional, a la que se plantea dar respuesta generando un ecosistema de identidad y cualificación centrado precisamente en dar forma concreta a los puntos fuertes de la distribución profesional, que muchas veces quedan difusos. En este sentido, una propuesta que los trabajadores más jóvenes del canal profesional valoran muy positivamente es que la formación técnica que se realiza en los puntos de venta pueda ‘sumar puntos’, y por tanto ser reconocidos para una certificación profesional. 66 INFORME

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