curva de producción muy predecible que adopta la característica curva de campana invertida. Las instalaciones frigoríficas por su parte, tienen gran parte de su consumo concentrado en horas diurnas, durante todos los días del año. Ambas curvas, de producción fotovoltaica y de consumo energético, no coinciden de forma natural, por lo que una buena parte de la energía fotovoltaica se pierde en aquellas instalaciones de producción sin posibilidad de verter los excedentes a red, que es últimamente el caso más habitual. En la figura 1 se muestra dos días soleados de noviembre, donde se deduce la pérdida de producción de energía como la diferencia entre la generación real para atender la demanda instantánea y la campana de producción máxima disponible. En efecto, el sistema antivertido de la instalación fotovoltaica limita la producción de energía para prevenir la generación de excedentes. Esta pérdida de producción puede representar un más de un 20% del potencial anual de producción de energía fotovoltaica. en almacenes frigoríficos y centros de distribución refrigerados. La combinación de la instalación de energía solar fotovoltaica con una instalación frigorífica con acumulación de energía térmica en forma de frío es a lo que nos referimos aquí como 'frío solar fotovoltaico'. Habitualmente se ha utilizado el término 'frío solar' para referirse a los ciclos frigoríficos de absorción accionados mediante energía solar térmica. Estos últimos sistemas no han alcanzado el grado de madurez tecnológica que permita su aplicación práctica; mientras que por el contrario tanto la tecnología fotovoltaica, como la tecnología frigorífica con accionamiento eléctrico, y los bancos de hielo para acumulación de frío, tienen hoy en día una alta madurez en su desarrollo tecnológico e industrial, con una eficiencia inigualable a un coste muy razonable. PÉRDIDAS DE PRODUCCIÓN FOTOVOLTAICA Las instalaciones fotovoltaicas típicas, con sus módulos fotovoltaicos orientados al sur, se caracterizan por una LA ACUMULACIÓN DE FRÍO EN CÁMARAS FRIGORÍFICAS Los almacenes frigoríficos, especialmente los de congelados, son en sí mismos grandes pilas energéticas. España tiene unos 7 millones de m2 de capacidad de almacenamiento en explotaciones frigoríficas, según la Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España (Aldefe). Solamente en estas cámaras de congelados, reduciendo la temperatura sólo 2 ó 3 grados, podríamos acumular alrededor de 2 GWh de energía térmica. Esto es un 3 por mil de la generación eléctrica diaria en España. Parece poco, pero no tanto si lo comparamos con la capacidad total de almacenamiento eléctrico en España (unos 20 GWh sumando la hidráulica reversible, la acumulación solar térmica y las baterías). Utilizando esta capacidad de almacenamiento de frío de las cámaras de congelados, puede diseñarse y programarse la instalación frigorífica de tal manera que se desplace gran parte de la curva de demanda de energía eléctrica a las horas de sol. Es decir, la planta frigorífica funcionaría a pleno rendimiento durante las horas de sol Figura 1. Producción fotovoltaica y autoconsumo típico en jornada laboral (arriba) y a lo largo de un sábado (debajo) en un centro hortofrutícola en El Ejido (Almería). 55 REFRIGERACIÓN
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