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76 SOMOS LO QUE RESPIRAMOS / POR GRUPO AIRE LIMPIO RETOS DE LA DESCARBONIZACIÓN DE EDIFICIOS La limitación del incremento de la temperatura del planeta durante este siglo de 1,5°C se enfrenta a un doble reto de aquí a 2060: el aumento de la población mundial en un 25% y que el parque de edificios se duplique en el mismo periodo de tiempo, lo que equivaldría a construir, cada mes, una ciudad del tamaño de Nueva York. El término descarbonización se aplica para describir aquellas prácticas o políticas que reduzcan las emisiones GEI. La métrica estándar para cuantificarlas es el dióxido de carbono equivalente (CO2 eq). Compartir una métrica común permite evaluar diferentes fuentes de GEI en términos de su Potencial de Calentamiento Global (PCG). Entidades públicas y privadas de muchos países han fijado objetivos concretos para alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2050. En ese año todos los activos inmobiliarios nuevos y preexistentes deberán producir cero emisiones netas en su ciclo completo de vida. La descarbonización de edificios contempla la vida útil del inmueble, incluyendo su diseño, construcción, funcionamiento, ocupación y fin de ciclo de vida. La construcción del edificio, su consumo de energía, y las fugas de metano y refrigerantes, son las fuentes principales de emisiones. EMISIONES OPERATIVAS E INCORPORADAS Este Análisis de Ciclo de Vida del edificio implica considerar dos tipos de emisiones: operativas e incorporadas. Las primeras proceden generalmente del consumo de energía asociado al funcionamiento del edificio, mientras que las segundas consideran las emisiones asociadas a su construcción, incluyendo la extracción, fabricación, transporte e instalación de materiales, así como las generadas por las actividades de mantenimiento, reparación, sustitución, renovación y fin de ciclo de vida. Las emisiones incorporadas también incluyen los refrigerantes liberados durante el ciclo de vida del edificio. Los edificios, aunque benefician a la sociedad, generan aproximadamente un 40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). Por tanto, abordar su descarbonización es crucial, no solo para mitigar el cambio climático, sino también para proporcionar un entorno estable para futuras generaciones. Los beneficios de la descarbonización de edificios incluyen la mejora de la calidad del aire interior, la eficiencia energética, la salud de la comunidad y la igualdad social. Andrés Sepúlveda. Director general de Commtech /https://commtech.es/ https://grupoairelimpio.com//

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